MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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"Una política siempre tiene efectos y efectos secundarios (...) Creo que los beneficios de la flexibilización monetaria superan los efectos secundarios", ha señalado durante una comparecencia parlamentaria previa a la confirmación de su nombramiento como próximo gobernador del Banco de Japón.
De este modo, Ueda ha dejado claro que su llegada al instituto emisor japonés no supondrá un giro en la política monetaria del país, ya que ha asegurado que la flexibilización monetaria actual y las compras de bonos del gobierno realizadas en virtud de ella tienen como objetivo lograr el objetivo de estabilidad de precios.
En este sentido, ha apuntado que la institución reducirá gradualmente sus compras de bonos del Gobierno una vez que se encuentre en situación de alcanzar su meta.
"Cuando sea posible alcanzar la meta de inflación del 2% de manera sostenible y estable, iniciaremos la estrategia de salida", ha apuntado Ueda, evitando ofrecer más detalles al respecto
El Gobierno de Japón, liderado por primer ministro, Fumio Kishida, nominó formalmente el pasado 14 de febrero a Kazuo Ueda, economista y antiguo consejero del Banco de Japón, como candidato a convertirse en el próximo gobernador del banco central nipón, sucediendo así en el cargo a Haruhiko Kuroda, quien ha liderado la política monetaria del país desde 2013.
Asimismo, el Ejecutivo japonés planteó los nombramientos de Ryozo Himino y del actual director ejecutivo del Banco de Japón, Shin Uchida, como vicegobernadores del instituto emisor nipón.
El actual mandato de Haruhiko Kuroda expirará el próximo 8 de abril, y los de Masayoshi Amemiya y Masazumi Wakatabe como subgobernadores de la entidad expirarán el 19 de marzo. Kuroda se convirtió en presidente del Banco de Japón en 2013 y fue reelegido en 2018, completando un periplo de diez años al frente de la política monetaria japonesa, el más largo en la historia.
Kazuo Ueda, de 71 años, fue consejero del Banco de Japón entre 1998 y 2005 y se recuerda su decisión de votar en contra de subir tipos desde cero a 0,25% en agosto de 2000, mientras que en un artículo publicado el año pasado advertía contra un aumento prematuro de los tipos de interés.