El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que tiene pensado desplegar misiles balísticos intercontinentales Satán II por su capacidad para albergar una decena de cabezas nucleares, en un intento por fortalecer su posición en el marco de la invasión de Ucrania.
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Sus palabras llegan tras la suspensión de la participación rusa del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), el último pacto firmado entre Rusia y Estados Unidos para la reducción y control de armas nucleares.
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Explicó que este despliegue estará acompañado de un mayor número de misiles hipersónicos y nuevos submarinos nucleares, tal y como lo dijo tras una serie de discursos pronunciados de cara al aniversario del inicio de la guerra (24 de febrero).
“Tal y como hemos hecho en el pasado, prestaremos atención al fortalecimiento de la triada nuclear”, aseguró en relación con la posibilidad de desplegar misiles nucleares en tierra, agua y aire. “Seguimos con la producción en masa de sistemas de misiles hipersónicos Kinzhal de lanzamiento aéreo y marítimo (Zircon)”.
“Con la entrega del submarino nuclear Borey “Emperador Alejandro III”, la proporción de armas y equipos modernos alcanzará el 100% en la Armada. En los próximos años, la fuerza de combate de la flota se verá reabastecido por completo”, puntualizó.
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El Sarmat tiene una fase de impulso relativamente corta, lo que dificulta su interceptación al limitar el intervalo en el que puede ser rastreado por satélites con sensores infrarrojos, como el Sistema de Infrarrojos Basado en el Espacio de Estados Unidos. Su radio de alcance se estima entre 17 y 18 mil kilómetros.
A finales de abril de 2022, las Fuerzas Armadas de Rusia confirmaron haber probado con éxito el nuevo misil balístico intercontinental, al tiempo que prometía ser una de las mejores aliadas de Moscú en materia armamentística dado su alcance.
Las autoridades aseguraron que podría alcanzar toda Europa e incluso Estados Unidos tras completar todas sus fases de vuelo, de acuerdo a la versión oficial.