LONDRES (AP) — Un mando policial de Irlanda del Norte estaba crítico pero estable en un hospital tras ser baleado por dos hombres enmascarados cuando entrenaba a un equipo infantil de fútbol, según dijeron las autoridades el jueves.
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Se sospechaba que una escisión disidente del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) el miércoles por la noche en un recinto deportivo de Omah, casi 100 kilómetros (60 millas) al oeste de Belfast. Tres hombres fueron detenidos el jueves como sospechosos de intento de asesinato.
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La víctima era el detective inspector jefe John Caldwell, un oficial conocido que ha dirigido pesquisas sobre asesinatos, crimen organizado y grupos paramilitares disidentes, según la Policía de Irlanda del Norte.
El jefe de la policía norirlandesa, Simon Byrne, calificó el tiroteo de “ataque descarado y calculado”.
“Nuestros pensamientos hoy están con John y su familia mientras pelea por su vida en el hospital”, dijo Byrne a la prensa.
Caldwell fue atacado por dos hombres cuando guardaba balones de fútbol en el maletero de su auto acompañado por su hijo pequeño, indicó el jefe asistente de la policía, Mark McEwan. El detective había estado entrenando a un equipo de fútbol sub15.
“La investigación está en una fase inicial, mantenemos la mente abierta. Hay varias líneas en esa investigación”, dijo McEwan a BBC Radio Ulster.
“El énfasis principal está en republicanos disidentes y violentos, y dentro de eso hay un énfasis principal en el Nuevo IRA”.
La policía indicó más tarde que tres hombres de 38, 45 y 47 años habían sido detenidos y estaban siendo interrogados en una comisaría de Belfast.
Políticos de todas las corrientes políticas en Irlanda y los mandatarios británico e irlandés condenaron el ataque.
Los líderes de los cinco grupos políticos más grandes, incluidos el partido nacionalista irlandés Sinn Fein -que estuvo aliado con el IRA durante las décadas de violencia entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte- y el Partido Democrático Unionista emitieron un inusual comunicado conjunto para condenar la violencia.
“Hablamos por la inmensa mayoría de la gente de toda nuestra comunidad, que está indignada y asqueada por este reprochable y cruel intento de asesinato”, dijeron.
“No hay absolutamente ninguna tolerancia por estos ataques de los enemigos de nuestra paz”, añadieron.
Más de 3.000 personas murieron en las tres décadas de violencia en Irlanda del Norte, que involucraron a paramilitares republicanos irlandeses, unionistas británicos y las fuerzas de seguridad británicas.
Los Acuerdos de Paz del Viernes Santo de 1998 pusieron en gran parte fin al conflicto. Los principales grupos paramilitares católicos y protestantes renunciaron a la violencia y se desarmaron, aunque pequeñas escisiones del IRA siguen realizando ataques esporádicos.
Una bomba estalló en noviembre bajo un auto policial en la localidad de Strabane. Los dos agentes que estaban dentro salieron ilesos.
En abril de 2019, la periodista Lyra McKee murió baleada cuando cubría disturbios en Londonderry, también conocido como Derry. Un grupo disidente republicano conocido como IRA Auténtico dijo que uno de sus pistoleros la había alcanzado por accidente cuando apuntaba a la policía.
El último ataque letal a un policía en Irlanda del Norte fue el asesinato en abril de 2011 del agente Ronan Kerr, fallecido cuando una bomba trampa estalló bajo su auto en Omagh.
Fue también en esa localidad donde se produjo el atentado más mortal en Irlanda del Norte, la explosión de un coche bomba en agosto de 1998 que mató a 29 personas. El IRA Auténtico se atribuyó la autoría de ese ataque.