WASHINGTON (AP) — El anuncio hecho el martes por el presidente ruso, Vladimir Putin, de que Moscú suspenderá su participación en el último tratado restante para el control de armas nucleares entre Estados Unidos y Rusia tendrá un impacto inmediato en el seguimiento de las actividades nucleares rusas por parte de Washington.
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La decisión de Putin de suspender la cooperación rusa con las inspecciones de ojivas nucleares y misiles contempladas por el tratado sigue a la cancelación por parte de Moscú a fines del año pasado de las conversaciones que tenían como objetivo salvar un acuerdo que ambas partes se acusaron mutuamente de ignorar.
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En su discurso sobre el estado de la nación al pueblo ruso, Putin dijo que Moscú abandonaba el tratado debido al apoyo de Estados Unidos a Ucrania, y acusó a Washington y sus aliados de la OTAN de trabajar abiertamente para destruir a Rusia.
Estados Unidos ya se había alejado del tratado. Durante el gobierno del presidente Donald Trump, Estados Unidos se negó a entablar negociaciones para extenderlo, acusando a Moscú de cometer violaciones flagrantes. Sin embargo, cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo en 2021, su gobierno firmó una extensión de cinco años.
Este es un vistazo al Nuevo START y lo que significa el anuncio de Rusia para el monitoreo de las armas nucleares de Estados Unidos y Rusia:
¿QUÉ ES EL TRATADO NUCLEAR RUSIA-EEUU?
El Nuevo START —llamado formalmente Tratado entre los Estados Unidos de América y la Federación de Rusia sobre medidas adicionales para la reducción y limitación de las armas ofensivas estratégicas— fue firmado por el gobierno del presidente Barack Obama en 2010 y entró en vigor en febrero de 2011 como un pacto de 10 años. El tratado obligaba tanto a Rusia como a Estados Unidos a comprometerse a tener comunicaciones periódicas sobre el estado de sus arsenales nucleares, permitir inspecciones periódicas in situ y cumplir con los límites en la cantidad de ojivas desplegadas y no desplegadas que cada uno mantendría.
Esos límites incluyen: 700 misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) desplegados, misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) desplegados y bombarderos nucleares desplegados; 1.550 ojivas nucleares en los ICBM desplegados, SLBM desplegados y bombarderos desplegados; 800 lanzadores ICBM, lanzadores SLBM y bombarderos, tanto desplegados como no desplegados.
Horas después del discurso de Putin y a pesar de que el mandatario ruso suspendió la participación en el pacto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que el Kremlin respetaría los límites de las armas nucleares.
El Ministerio de Relaciones Exteriores agregó que Rusia también continuará intercambiando información sobre lanzamientos de prueba de misiles balísticos según acuerdos anteriores con Estados Unidos.
¿QUÉ SIGNIFICARÁ LA SUSPENSIÓN PARA LAS INSPECCIONES NUCLEARES Y EL INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN?
Desde que se firmó el Nuevo START, Rusia y Estados Unidos han permitido que los equipos de cumplimiento del otro gobierno realicen 328 inspecciones in situ de sus reservas y, lo que es más importante, las dos naciones han cooperado en el intercambio de datos y han hecho 25.311 notificaciones sobre el estado de sus programas, informó el Departamento de Estado norteamericano.
El anuncio de Putin y la aclaración posterior del Ministerio de Relaciones Exteriores parecían indicar que las inspecciones están suspendidas permanentemente, pero no aclararon qué intercambio de datos y qué notificaciones podrían continuar.
Estados Unidos obtendrá sus primeras pistas el 1 de marzo, cuando se supone que ambas partes volverán a intercambiar datos sobre el número agregado de sus fuerzas nucleares, precisó Hans Kristensen, director del proyecto de información nuclear de la Federation of American Scientists (Federación de científicos estadounidenses).
Estados Unidos y Rusia también han estado intercambiando mensajes diarios sobre movimientos y ejercicios, lo que ha ayudado a aclarar a ambas potencias nucleares las acciones de la otra, apuntaron tanto Kristensen como William Alberque, director de estrategia, tecnología y control de armas del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
“Hay notificaciones que llegan todos los días”, dijo Alberque. Del lado estadounidense, esos mensajes formateados de computadora son procesados por un equipo militar-civil en el Centro Nacional para la Reducción de Riesgos Nucleares del Departamento de Estado.
Si Rusia deja de proporcionar notificaciones, “inmediatamente vamos a comenzar a perder datos para poder rastrear exactamente cuántas armas estratégicas tienen y si están o no en el lugar que se supone que deben estar, y si están actuando o no de la manera en que se supone que deben hacerlo”, alertó Alberque.
¿QUÉ PASÓ ANTES DEL ANUNCIO DE PUTIN?
En marzo de 2020, Estados Unidos y Rusia pausaron las inspecciones de los sitios militares de ambas partes bajo el Nuevo START debido a la propagación del coronavirus. La comisión de Estados Unidos y Rusia que supervisa la implementación del tratado se reunió por última vez en octubre de 2021, pero luego Rusia suspendió unilateralmente su cooperación con las disposiciones de inspección del tratado en agosto de 2022 en protesta por el apoyo de Estados Unidos a Ucrania.
Se suponía que esas reuniones se habían reanudado en Egipto a fines de noviembre, pero Rusia las canceló abruptamente sin ofrecer una razón específica, según funcionarios estadounidenses.
A fines de enero, el gobierno de Biden informó al Congreso que Rusia no estaba cumpliendo con los términos del acuerdo al negarse a permitir inspecciones en su territorio y al no aceptar nuevas conversaciones sobre la reanudación de esas verificaciones.
En ese momento, el Departamento de Estado advirtió que “Rusia tiene un camino claro para volver al pleno cumplimiento” el pacto y que todo lo que tenía que hacer era aceptar las nuevas inspecciones.
¿CÓMO RESPONDERÁ EL GOBIERNO DE BIDEN?
Ahora dependerá del gobierno de Biden decidir cómo responder, es decir, básicamente si continúa cumpliendo con su parte del tratado.
El martes, el secretario de Estado Antony Blinken calificó la medida rusa de “profundamente desafortunada e irresponsable”.
“Observaremos atentamente para ver qué hace realmente Rusia”, declaró. “Por supuesto, nos aseguraremos de que, en cualquier caso, estemos en una postura adecuada para la seguridad de nuestro propio país y la de nuestros aliados”.
El mes pasado, el Departamento de Estado informó que no podía certificar que Rusia estaba cumpliendo con el Nuevo START debido a su negativa a permitir inspectores in situ el año pasado. Ahora que Rusia rechazó el tratado por completo, existe el riesgo de una acumulación de armas atómicas de ambos países.
“Tanto Estados Unidos como Rusia han planificado meticulosamente sus respectivos programas de modernización nuclear basándose en el supuesto de que ninguno de los dos países superará los niveles de fuerzas dictados actualmente por el Nuevo START”, explicó la Federación de Científicos Estadounidenses en un informe de febrero en el que se examinaron los riesgos en caso de que ambas partes no renovaran el tratado.
“Sin un acuerdo después de 2026, esa suposición desaparecería inmediatamente; probablemente ambas partes caerían en la desconfianza mutua ante un menor número de datos verificables, y nuestro discurso estaría dominado por el peor de los casos, sobre cómo crecerían los arsenales de ambos países en el futuro”.