Un asteroide de dimensiones enormes pasó junto a la Tierra y aunque no había riesgo de que impactara contra nuestro planeta, los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA siguieron de cerca al objeto, realizando observaciones que ayudaron a determinar su tamaño, rotación, detalles de su superficie y, sobre todo, su forma.
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El plato de la antena Goldstone Solar System Radar de 70 metros, situado en las instalaciones de la DSN (Deep Space Network) en California, reveló las dimensiones de este asteroide extremadamente alargado.
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Este acercamiento proporcionó la primera oportunidad de echar un vistazo detallado al asteroide desde que fue descubierto en 2011, revelando un objeto de unos 500 metros de largo y unos 150 metros de ancho.
“De los mil 40 objetos cercanos a la Tierra observados por radar planetario hasta la fecha, éste es uno de los más grandes que hemos visto”, dijo en un comunicado Lance Benner, científico principal del JPL que ayudó a dirigir las observaciones.
Características del asteroide
Las observaciones del radar Goldstone se hicieron entre el 29 de enero y el 4 de febrero del presente año y captaron estos detalles:
Además de una amplia concavidad en uno de los dos hemisferios del asteroide (2011 AG5), presenta sutiles zonas oscuras y claras que podrían indicar la presencia de pequeños rasgos superficiales de unas decenas de metros de diámetro. Si el asteroide fuera visto por el ojo humano, parecería tan oscuro como el carbón. Las observaciones también confirmaron que el 2011 AG5 tiene una velocidad de rotación lenta, ya que tarda nueve horas en girar completamente.
Además de contribuir a una mejor comprensión del aspecto de este objeto de cerca, las observaciones del radar Goldstone proporcionan una medición clave de la órbita del asteroide alrededor del Sol. El asteroide 2011 AG5 orbita el Sol una vez cada 621 días y no tendrá un encuentro muy cercano con la Tierra hasta 2040, cuando pasará con seguridad junto a nuestro planeta a una distancia de 1.1 millones de kilómetros, es decir casi tres veces la distancia Tierra-Luna.
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“Curiosamente, poco después de su descubrimiento, 2011 AG5 se convirtió en un asteroide de referencia cuando nuestros análisis mostraron que tenía una pequeña posibilidad de un futuro impacto”, dijo Paul Chodas, director de CNEOS en el JPL. “Las continuas observaciones de este objeto descartaron cualquier posibilidad de impacto, y estas nuevas mediciones de alcance realizadas por el equipo del radar planetario afinarán aún más el lugar exacto en el que se encontrará en un futuro“.
El radar proporciona mediciones precisas de la distancia que pueden ayudar a los científicos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA a afinar la trayectoria orbital del asteroide. CNEOS calcula todas las órbitas conocidas de asteroides cercanos a la Tierra para evaluar los riesgos potenciales de impacto.
El famoso asteroide identificado como 2011 AG5, “rozó” la Tierra el pasado 3 de febrero a 1.8 millones de kilómetros, más o menos cinco veces la distancia entre la Luna y la Tierra.