MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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El grupo ha dicho que el llamamiento no permite "ser demasiado optimista sobre la apertura inminente de un proceso de paz" y ha criticado que "el llamamiento de paz no mencione directamente al OLA", ya que el presidente regional, Shimelis Abdisa, se refirió al grupo con el nombre de OLF-Shene, utilizado las autoridades para mencionar a los rebeldes.
"Si bien esto no supone una gran diferencia a nivel de sustancia, no ayuda a aclarar las ambigüedades sobre las posibilidades de paz y cómo el Gobierno etíope quiere buscarla", ha manifestado, según ha informado el diario etíope 'Addis Standard'.
En este sentido, el OLA ha reclamado que el proceso sea encabezado por el Gobierno central y que cuente con "actores internacionales" como "garantes de la aplicación de los acuerdos de mediación".
"Fue el Parlamento federal, no el regional, el que ilegalizó al OLA. También es el Ejército federal el que encabeza las operaciones militares sobre el terreno, por lo que el proceso de paz con el OLA está más allá de las capacidades del gobierno regional de Oromía, tanto a nivel legal como operativo", ha remachado.
Shimelis destacó durante una sesión del parlamento regional que "no hay nada que no pueda resolverse a través de vías pacíficas", si bien recalcó que las operaciones de seguridad continuarán "contra los que no quieran resolver el problema de forma pacífica".
El OLA publicó el 9 de febrero una carta apostando por "un acuerdo pacífico al conflicto" y pidió "aprovechar el momento como una oportunidad para encontrar una solución negociada y pacífica a un conflicto que ha sacudido Oromía durante los últimos cuatro años".
El grupo, escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018 y aliado del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) en el marco de la guerra en Tigray, ha reclamado la autoría de varios ataques --especialmente en Oromía-- durante los últimos meses.
El OLF luchó durante décadas por la secesión de la región de Oromía, pero en 2018 anunció que renunciaba a la lucha armada, aceptando la oferta de amnistía del primer ministro, Abiy Ahmed, el primer oromo en ocupar el cargo en el país africano.