MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
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"Donald Trump pidió a los patriotas que detuvieran el robo", por eso "pedimos que suba al estrado", ha solicitado, según la NBC, la defensa de Joe Biggs, uno de los líderes de de la delegación de Florida de este grupo fuertemente armado.
El abogado de Biggs, Norm Pattis, ha informado de que pedirán ayuda al Departamento de Justicia para intentar lograr la declaración como testigo de Trump en el juicio que está previsto para marzo. Sin embargo, la empresa se antoja complicada y el propio magnate podría negarse dando lugar así a más litigios.
Por el momento, el juez del caso, Timothy Kelly, no ha expresado opinión alguna sobre esta intención de la defensa, que ya en declaraciones anteriores también pretendió responsabilizar al expresidente Trump por haber "desatado" a la turba que asaltó el Capitolio el 6 de enero de 2021.
Biggs está acusado junto a Enrique Tarrio, Ethan Nordean, Zachary Rehl y Dominic Pezzola de delitos de sedición y conspiración para derrocar el gobierno por métodos violentos. Los cinco se han declarado inocentes. En caso de ser hallados culpables podrían enfrentarse a una pena de hasta 20 años de cárcel.
No es la primera vez que un acusado por los ataques al Capitolio intenta que Trump acuda como testigo, después de que Dustin Thompson, un ciudadano de Ohio que fue condenado a tres años de cárcel por seis cargos, pidiera sin éxito alguno la declaración del expresidente en su juicio.
La versión de que el discurso previo de Trump condujo a los disturbios del 6 de enero ha sido utilizada de manera recurrente por la defensa de estos cinco desde que comenzó su juicio en diciembre de 2022. A su vez, los fiscales han tratado de enfatizar la afinidad de los Proud Boys con Trump, recordando como en campaña electoral se refirió a ellos como "buenos chicos" y les pidió "esperar".
El juicio contra estos destacados líderes de Proud Boys es el segundo contra una organización de ultraderecha que se lleva a cabo con motivo de los sucesos que acontecieron aquel ya histórico 6 de enero de 2021 en Washington, después que los cabecillas de Oath Keepers fueran acusados de sedición y conspiración.