WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — Las autoridades de Nueva Zelanda prevén realizar el miércoles los últimos rescates relacionados con un ciclón que provocó inundaciones generalizadas y aludes de tierra que cobraron la vida de por lo menos dos personas.
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El ciclón Gabrielle azotó el norte del país el lunes y ha provocado más destrucción en esta nación de 5 millones de habitantes que cualquier otro fenómeno meteorológico en años.
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El cuerpo de un bombero voluntario fue recuperado de un alud de tierra que destruyó una casa inundada cerca de Auckland, en Hawke's Bay, informó el ministro de Gestión de Emergencias, Kieran McAnulty. Otro bombero resultó gravemente herido por el mismo alud.
Una mujer también murió por un alud de tierra en la región de Hawke’s Bay, añadió.
Un tercer cuerpo fue hallado el martes por la noche en la ciudad de Napier, situada en la costa oriental del país, pero las autoridades no han atribuido esa muerte a las condiciones meteorológicas.
Una estación meteorológica de la región de Hawke’s Bay y Napier registró tres veces más lluvia la noche del lunes de la que suele caer en todo el mes de febrero, informaron las autoridades.
Más de 300 personas fueron rescatadas el martes de esa zona inundada de la bahía en la costa este de la Isla Norte, incluidas 60 que quedaron atrapadas en un mismo tejado, dijo McAnulty. Los helicópteros ayudarán a realizar los últimos 25 rescates de personas y grupos familiares el miércoles.
“Nuestros servicios de emergencia siguen llevando a cabo rescates y búsquedas en tierra en varios lugares”, dijo McAnulty a la prensa.
Indicó que no sabía si la cifra de víctimas mortales por la catástrofe aumentaría.
“No me sorprendería, pero no puedo decir que haya una expectativa” de más víctimas mortales, manifestó. “Ha sido un evento grave. Todavía quedan rescates por hacer”.
Alrededor de 9.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde el lunes, y varias comunidades han quedado aisladas por las inundaciones y los aludes, añadió.
Auckland sufrió hace dos semanas una tormenta récord que dejó cuatro muertos.
El martes se declaró estado de emergencia nacional, lo que permite al gobierno apoyar a las regiones afectadas y proporcionar recursos adicionales. Es apenas la tercera emergencia nacional declarada en la historia del país.