NUEVA YORK (AP) — Un jurado deliberará el lunes sobre la posibilidad de imponerle la pena de muerte a un extremista islámico que mató a ocho personas en una ciclovía en la ciudad de Nueva York, un castigo inusual en un estado que no ha aplicado una ejecución en 60 años.
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Sayfullo Saipov, de 35 años, fue convicto el mes pasado por el ataque ocurrido en 2017, en que intencionalmente atropelló con su camión a las personas que iban por la ciclovía aledaña al río Hudson.
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El mismo jurado que lo halló culpable ahora regresará y escuchará declaraciones de más testigos, en la fase del juicio para decidir la pena. Para imponerle la pena de muerte tiene que haber una decisión unánime; de lo contrario se le impondrá cadena perpetua.
Los abogados de Saipov esperan convencer al jurado de que la cadena perpetua es suficiente por el ataque que mató a cinco amigos de Argentina, una mujer de Bélgica y dos estadounidenses.
Nueva York no cuenta con la pena capital y no ha ejecutado a nadie desde 1963, pero el juicio de Saipov es a nivel federal y, por lo tanto, la pena de muerte sí es una opción, aunque rara vez se impone. La última vez que alguien fue ejecutado por un delito federal en Nueva York fue en 1954.
El presidente Joe Biden declaró una moratoria para las ejecuciones federales poco después de asumir el cargo y el Departamento de Justicia, hasta ahora, no ha iniciado ningún proceso para la pena de muerte.
Los abogados de Saipov argumentan que es inconstitucional pedir la pena de muerte cuando el gobierno federal ha dejado de pedirla en otros casos, incluso algunos en que el acusado mató a más personas.