CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente Andrés Manuel López Obrador otorgará el sábado a su par cubano Miguel Díaz-Canel la Orden Mexicana del Águila Azteca, la más alta distinción que se entrega a extranjeros, en una muestra de la estrecha alianza que mantienen ambos gobiernos y que se ha consolidado en el último año con el envío a México de unos 600 médicos cubanos.
Díaz-Canel recibirá la condecoración durante la visita que realizará el sábado al estado de Campeche donde sostendrá un encuentro con López Obrador.
En el Diario Oficial de la Federación se publicó el viernes el acuerdo presidencial sobre la distinción para el líder cubano por ayudar a fortalecer las relaciones y la cooperación, por el envío a México de cientos de médicos y enfermeras cubanas durante la pandemia del coronavirus, por la recepción en la isla de cientos de estudiantes de medicina y por la venta de vacunas y medicinas.
No es la primera vez López Obrador tiene un gesto de reconocimiento hacia Díaz-Canel. El 16 septiembre del 2021 durante la conmemoración del Día de la Independencia de México, unas de las celebraciones más importantes del país, el gobernante cubano fue su invitado de honor en el desfile militar, lo que desató fuertes críticas de sus adversarios.
López Obrador indicó el viernes que conversará con Díaz-Canel sobre la posibilidad de que se envíen más médicos cubanos a México, para reforzar el contingente de unos 610 que arribó el año pasado en el marco de un convenio bilateral que aprobaron ambos gobiernos en la visita que realizó en mayo pasado a La Habana el presidente mexicano.
“Hay posibilidades de que lleguen más médicos… nos faltan especialistas, nos faltan pediatras en los hospitales y necesitamos tener especialistas”, destacó López Obrador durante su conferencia matutina sin ofrecer más detalles.
Las autoridades mexicanas han alegado que se requieren los médicos cubanos para reforzar la atención en el sector salud que enfrenta fallas debido a la falta de especialistas. En México hay 107 especialistas por cada 100.000 personas cuando la recomendación internacional es de 230, más del doble, sostiene el gobierno.
Los gremios y médicos mexicanos aseguran que el déficit se debe en parte a que muchos profesionales no quieren ir a algunas regiones de México azotadas por la violencia donde el personal de salud –dicen-- suele morir en medio de balaceras, es extorsionado o intimidado por grupos criminales.
López Obrador adelantó que también conversará con su homólogo cubano sobre la posibilidad de adquirir balasto para la construcción de las rutas del ferrocarril turístico en la península de Yucatán llamado el Tren Maya, una de las obras bandera de su gobierno.
Durante su sexenio, que se inició en el 2018, López Obrador ha mantenido una estrecha cooperación y respaldo irrestricto a Cuba en la condena al embargo comercial de Estados Unidos.
En el 2021, tras unas protestas en las que miles de cubanos salieron a las calles a manifestarse contra la escasez de bienes básicos y los cortes de energía, el gobierno mexicano envió a la isla medicamentos, alimentos y combustible en lo que supuso el mayor apoyo en ayuda humanitaria en décadas, sólo comparable al ofrecido en tiempos de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) cuando Cuba vivía la crisis provocada por el derrumbamiento del bloque soviético.
México fue el único país de América Latina que nunca rompió relaciones con Cubas tras el triunfo de la revolución, de donde de hecho, salió para armar su grupo guerrillero el barbado líder Fidel Castro, quien en el 1988 recibió también la Orden del Águila Azteca.
Sin embargo, desde finales de los 90 y hasta la presencia de López Obrador, los otrora inquebrantables nexos comenzaron a tener fisuras sobre todo en la medida en que los gobernantes como Vicente Fox revalorizaron su relación con Estados Unidos.
En 2002 Fox, por ejemplo, fue el protagonista de un sonado escándalo cuando Castro reveló una conversación telefónica en la cual le sugería que para no encontrarse con el entonces mandatario estadounidense George Bush comiera y se retirara de una Cumbre. Dos años después las relaciones seguían malas y el gobierno mexicano expulsó al embajador de la isla y a otro diplomático.
Con más o menos formalismo Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto mantuvieron contactos con Cuba o criticaron el desempeño de la isla en materia de pluripartidismo o libertades civiles.
Pero desde su llegada, López Obrador nunca ocultó su aceptación del liderazgo cubano, sea expresando que Fidel Castro era un “gigante” o dedicando ceremonias oficiales a la isla luego de que muchos gobiernos y organizaciones de derechos humanos criticaron duramente la actuación de Díaz-Canel ante la represión y severas condenas de manifestantes en 2021.