MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
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La exposición --que lleva por título 'Lartigue, el cazador de instantes felices. Fotografías a color'-- también muestra varios bocetos de motivos decorativos para cojines y textos del diario del artista. "Dios mío, desde que tenía cinco o seis años vengo pidiéndote: ¡por favor, déjame fotografiarlo todo en color!", indicaba el artista en uno de sus textos, datados el 30 de octubre del 1952 ('Extracto de las memorias de Lartigue, vol.3').
Según han explicado en la presentación, el artista es reconocido como un maestro de la fotografía francesa, principalmente en blanco y negro, pese a que un tercio de su archivo es a color, una parte fundamental de su obra.
Asimismo, es considerado como un precursor de la modernidad fotográfica aunque, según han indicado en la presentación, tuvo un reconocimiento tardío que no llegó hasta 1963, hasta que expuso su primera exposición en el MoMA de Nueva York. La exposición fue comisariada por director de fotografía del Museo de Arte Moderno de Nueva York, John Szarkowski, para quien el artista era un "auténtico primitivo que inventó la estética de lo instantáneo y dio lugar al género de la fotografía callejera".
Además, han detallado que el mismo año la revista 'Life' le dedicó un porfolio que dio la vuelta al mundo e hizo famosas sus obras en blanco y negro, lo que le convirtió en uno de los grandes nombres de la fotografia del siglo XX.
"Para mí, la vida y el color son inseparables. Siempre he sido pintor. Por lo tanto, todo lo veo con mi ojo de pintor", aseguraba el artista en una entrevista con Georges Herscher publicada en 'Les Autochromes' de Jacques Lartigue, Ediciones Herscher.
EXPOSICIÓN DIVIDIDA EN CUATRO ÁMBITOS
La exposición --comisariada por Marion Perceval (Donation Lartigue) y Anne Morin, fundadora de diChroma photography-- se divide en cuatro ámbitos: tres se corresponden con los tres momentos en los que el fotógrafo aborda el color a lo largo de su carrera, y uno se dedica a la experimentación que el artista realizó con el color a lo largo de toda su vida, tanto en la pintura como en la fotografía o el diseño.
Además, la exposición muestra una selección de fotografías en blanco y negro realizadas por Lartigue y su reinterpretación posterior en color, con el fin de evidenciar la evolución de un artista que no cesó nunca en su misión de captar el sentimiento de felicidad.
Como se ha explicado en la presentación, el primer ámbito se sitúa en los autocromos, una etapa que el artista desarrolló desde el 1912 hasta el 1928 que se muestra a través de una decena de ellos que se pueden observar a través de visores estereoscópicos en los que se puede considerar que las obras "son pequeñas pinturas luminosas con textura puntillista", ha detallado Morin.
En el segundo ámbito, llamado 'El color como laboratorio de creación', el artista experimenta el color a través de fotografías y bocetos de la naturaleza como flores, o motivos decorativos, como cojines --muchos de ellos en formato dibujo--.
"El diseño de los ritmos que crean los colores van a salir en sus pinturas y más tarde se van a desplazar a su fotografía. En la prensa se va a convertir en el fotógrafo de las mujeres y de las flores, puesto que es conocido como pintor no como fotógrafo, va a utilizar la fotografía como modelo para a hacer sus pinturas", ha señalado Morin.
Mientras, el tercer ámbito ('Colores en la Posguerra') está compuesto por 76 piezas, en su mayoría en formato cuadrado y a color. "Estamos en los años 50-60, el artista desarrolla colaboraciones con revistas y hace reportajes, vemos una doble faceta, de fotógrafo o fotoperiodista, y a la vez fotógrafo de la intimidad, la figura de su mujer aparece en varias ocasiones, para ocasiones personales y periodísticas", ha precisado Perceval.
Por último, la exposición finaliza con el cuarto ámbito 'Nueva York -París (años 70). Persistencia de la retina y memoria del ojo', donde el artista proyecta imágenes en blanco y negro de sus primeras décadas como fotógrafo y las reinterpreta con imágenes que realiza al final de su trayectoria. De esta manera, muestran al espectador la evolución del artista desde sus inicios hasta el final de su carrera.
"A partir de los años 70, el artista trabaja con un formato de 24x36 y arregla sus cuentas con sus propias frustraciones y realiza imágenes en color con el mismo patrón que lo hacía en blanco y negro. Es fascinante ver cómo retoma estas imágenes que han quedado en su memoria y las vuelve a poner en color", ha matizado Morin.
PUBLICACIONES Y VISITAS GUIADAS
Como complemento a la exposición, la Fundación Canal editará una publicación de mismo nombre que recogerá una selección de las obras presentes en la muestra y textos explicativos de las comisarias Marion Perceval y Anne Morin.
La muestra se complementa con actividades como las visitas guiadas, tanto presenciales como online, o las visitas-taller para familias en las que adultos y pequeños descubrirán, de una manera divertida y entretenida, los secretos de la obra de Lartigue.
