MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
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Su proyecto utilizó datos de la calibración del Mid-InfraRed Instrument (MIRI), en el que el equipo detectó por casualidad un asteroide intercalado. El objeto es probablemente el más pequeño observado hasta la fecha por el Webb y puede ser un ejemplo de objeto de menos de 1 kilómetro de longitud dentro del cinturón principal de asteroides, situado entre Marte y Júpiter. Se necesitan más observaciones para caracterizar mejor la naturaleza y las propiedades de este objeto.
"De forma totalmente inesperada, hemos detectado un pequeño asteroide en las observaciones de calibración MIRI disponibles para el público", explica en un comunicado Thomas Müller, astrónomo del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre de Alemania. "Las mediciones son algunas de las primeras de MIRI dirigidas al plano eclíptico y nuestro trabajo sugiere que se detectarán muchos objetos nuevos con este instrumento".
Estas observaciones del Webb, publicadas en la revista Astronomy and Astrophysics, no se diseñaron para cazar nuevos asteroides; de hecho, se trataba de imágenes de calibración del asteroide del cinturón principal (10920) 1998 BC1, que los astrónomos descubrieron en 1998. Las observaciones se llevaron a cabo para probar el rendimiento de algunos de los filtros de MIRI, pero el equipo de calibración consideró que habían fracasado por razones técnicas debidas al brillo del objetivo y a un apuntamiento desviado del telescopio.
A pesar de ello, los datos sobre el asteroide 10920 sirvieron al equipo para establecer y probar una nueva técnica para restringir la órbita de un objeto y estimar su tamaño. La validez del método se demostró para el asteroide 10920 utilizando las observaciones de MIRI combinadas con datos de telescopios terrestres y de la misión Gaia de la ESA.
En el transcurso del análisis de los datos de MIRI, el equipo descubrió el asteroide más pequeño en el mismo campo de visión. Los resultados del equipo sugieren que el objeto mide entre 100 y 200 metros, ocupa una órbita de muy baja inclinación y se encontraba en la región interior del cinturón principal en el momento de las observaciones del Webb.
"Nuestros resultados demuestran que incluso las observaciones 'fallidas' de Webb pueden ser científicamente útiles, si se tiene la mentalidad adecuada y un poco de suerte", explica Müller. "Nuestra detección se encuentra en el cinturón principal de asteroides, pero la increíble sensibilidad de Webb hizo posible ver este objeto de unos 100 metros a una distancia de más de 100 millones de kilómetros".
La detección de este asteroide -que el equipo sospecha que es el más pequeño observado hasta la fecha por Webb y uno de los más pequeños detectados en el cinturón principal- tendría, de confirmarse como un nuevo descubrimiento de asteroides, importantes implicaciones para nuestra comprensión de la formación y evolución del sistema solar.
Los modelos actuales predicen la aparición de asteroides de tamaños muy pequeños, pero se han estudiado con menos detalle que sus homólogos de mayor tamaño debido a la dificultad de observar estos objetos. Las futuras observaciones de Webb permitirán a los astrónomos estudiar asteroides de menos de un kilómetro de tamaño.
Además, este resultado sugiere que Webb también podrá contribuir por casualidad a la detección de nuevos asteroides. El equipo sospecha que incluso las observaciones MIRI cortas cercanas al plano del sistema solar siempre incluirán unos pocos asteroides, la mayoría de los cuales serán objetos desconocidos.
Para confirmar que el objeto detectado es un asteroide recién descubierto, se necesitan más datos de posición relativos a las estrellas de fondo procedentes de estudios de seguimiento para restringir la órbita del objeto.