CAMPO DE REFUGIADOS AQABAT JABR, Cisjordania (AP) — El ejército israelí irrumpió el sábado en un campamento de refugiados cerca de la ciudad cisjordana de Jericó, allanó viviendas que cree que eran utilizadas como escondites para agresores palestinos y disparó contra personas que abrieron fuego. El tiroteo dejó seis palestinos heridos, dos de ellos de gravedad, informó el Ministerio de Salud palestino, y alteró la tranquilidad en una ciudad oasis en la que se han registrado menos actos de violencia que en otras localidades de Cisjordania.
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El ejército indicó que irrumpió en el campamento de Aqabat Jabr al suroeste de Jericó, en la Cisjordania ocupada, en busca de quienes perpetraron un ataque armado en un asentamiento israelí cercano la semana pasada.
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El sábado pasado, en un ambiente de extrema tensión en Cisjordania tras la incursión militar israelí más mortífera en dos décadas y dos ataques palestinos posteriores en Jerusalén oriental que dejaron siete muertos, el ejército señaló que un palestino abrió fuego en un restaurante de un asentamiento cerca de Jericó. El hombre disparó una sola vez y huyó, sin herir a nadie.
El ejército israelí afirmó que varios palestinos se habían refugiado en sus casas con ayuda de familiares y planeaban futuros ataques.
Para obligar a los prófugos a entregarse, una retroexcavadora militar acometió las paredes de una vivienda mientras un oficial israelí vociferaba amenazas por un altoparlante. Los residentes del campamento reportaron haber recibido mensajes de texto que los exhortaban a mantener a los niños adentro y evitar enfrentamientos con soldados israelíes.
Los sospechosos y sus familiares salieron lentamente de una de las viviendas y se entregaron, de acuerdo con el mando militar israelí. Las fuerzas de seguridad redujeron la vivienda a escombros. Manifestantes palestinos arrojaron piedras y bombas molotov a los jeeps militares y algunos hombres abrieron fuego. El ejército respondió al ataque e hirió a seis personas, ninguna de gravedad, según el Ministerio de Salud palestino.
La irrupción sucede en un momento en que aumenta la violencia en el este de Jerusalén y la Cisjordania ocupada bajo el nuevo gobierno de ultraderecha de Israel, que ha adoptado una postura combativa contra los palestinos. Israel capturó Cisjordania en la guerra del Medio Oriente de 1967, junto con el este de Jerusalén y la Franja de Gaza. Los palestinos buscan esos territorios para su anhelado Estado independiente.
El ejército israelí ha intensificado las redadas nocturnas en la Cisjordania ocupada desde una serie de ataques palestinos mortales registrados en Israel la primavera pasada. Durante el último año y medio de redadas cada vez mayores, Jericó se ha mantenido como una especie de ciudad adormecida en el desierto, alejada en gran parte de la violencia.
Desde el tiroteo de la semana pasada en el asentamiento cercano, el ejército israelí ha bloqueado el acceso a varias carreteras hacia Jericó, un cierre que ha colocado a la ciudad bajo un semibloqueo, afectando a negocios y creando cuellos de botella por horas en los puestos de control, medidas que han sufrido incluso las fuerzas de seguridad palestinas, según se ha visto en imágenes de video.
La Autoridad Palestina, en represalia por la incursión de la semana pasada en el campo de refugiados de Jenin que cobró la vida de 10 palestinos, declaró el cese de la coordinación de seguridad con Israel.
Casi 150 palestinos fueron asesinados el año pasado en Cisjordania y el este de Jerusalén, lo que lo convierte en el año más mortífero en esas áreas desde 2004, según cifras del grupo de derechos humanos israelí B’Tselem. Unas 30 personas fueron asesinadas en Israel por palestinos en 2022.