MADRID, 3 (Portaltic/EP)
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"Las innovaciones en IA que esperábamos para 2033, llegarán en 2023", ha afirmado el presidente de Microsoft, Brad Smith, en un editorial relativo al momento que vive esta tecnología, para la que el presente año podría "marcar un punto de inflexión crítico".
Microsoft lleva años colaborando con OpenAI para llevar los modelos de lenguaje de esta última a sus soluciones. En 2020 integró GPT-3 en Azure, entonces considerado "el modelo de lenguaje más grande y avanzado del mundo", con 175.000 millones de parámetros, que estaba siendo entrenado por el superordenador IA de Azure.
Recientemente, Microsoft ha anunciado una ampliación del acuerdo por el que incluirá en su servicio Azure OpenAI la tecnología de ChatGPT. Este nuevo 'chatbot' de OpenAI se basa en GPT-3.5 y tiene la capacidad de devolver respuestas largas y coherentes que no se identifican fácilmente como respuestas generadas por una máquina.
Smith afirma que a principios de verano del año pasado empezaron a probar "una tecnología de OpenAI similar a lo que el mundo conoce ahora como ChatGPT". También los servicios internos de IA de Microsoft. Y esta experiencia les ha llevado a comprobar que "las oportunidades que ofrece son enormes".
"Necesitamos aprovechar este año decisivo no solo para lanzar nuevos avances de IA, sino para abordar de manera responsable y efectiva tanto las promesas como los peligros que se avecinan", señala el directivo.
Smith cree que "la IA puede representar el avance tecnológico más importante de nuestra vida"; cree que es una "herramienta poderosa para promover el pensamiento crítico y estimular la expresión creativa" y para buscar y descubrir información.
"La IA impulsará la productividad y estimulará el crecimiento económico. Reducirá la monotonía en muchos trabajos y, cuando se utilice eficazmente, ayudará a las personas a ser más creativas en su entorno laboral y ejercerá un efecto positivo en sus vidas", defiende.
No obstante, Smith es consciente de que esta tecnología tiene riesgos, ya que también puede convertirse en un arma con la que "atacar de manera deliberada a la sociedad con información falsa, socavar la democracia y explorar nuevas formas de hacer el mal". Por ello ha subrayado que en Microsoft llevan desde 2017 trabajando en la creación de "una infraestructura de IA responsable", que desarrollan junto a la ciberseguridad, la privacidad y la seguridad digital.
De cara al futuro, al continuo avance de la IA, la compañía se ha puesto tres objetivos: el desarrollo y uso responsable y ético de esta tecnología, la promoción de la competitividad internacional y la seguridad nacional, y hacer que la IA sirva a la sociedad de manera amplia, no limitada.