MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
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Nuevos y sofisticados modelos combinaron recientes mejoras en demografía y modelos de orientación basados en inferencias geográficas para mostrar la magnitud de los retos a los que se enfrentaron los antepasados de los aborígenes en su migración masiva a través del supercontinente hace más de 60.000 años.
Es probable que los antepasados de los aborígenes entraran por primera vez en el continente hace 75.000-50.000 años procedentes de lo que hoy es la isla de Timor, seguidos de migraciones posteriores a través de las regiones occidentales de Nueva Guinea.
Según la nueva investigación, este patrón condujo a una rápida expansión tanto hacia el sur, hacia la Gran Bahía Australiana, como hacia el norte, desde la región de Kimberley, para colonizar todas las zonas de Nueva Guinea y, más tarde, el suroeste y sureste de Australia.
La investigación fue dirigida por el Centro de Excelencia para la Biodiversidad y el Patrimonio Australianos (CABAH) del ARC (Australian Research Council) y contó con la colaboración de expertos internacionales de Australia y Estados Unidos para investigar las vías más probables y el plazo necesario para alcanzar tamaños de población capaces de soportar los rigores de su nuevo entorno.
Combinando dos modelos existentes que predecían las rutas que tomaron -las "superautopistas"- y la estructura demográfica de estas primeras poblaciones, los investigadores pudieron calcular con mayor precisión el tiempo necesario para la saturación continental. La nueva investigación acaba de publicarse en la revista internacional Quaternary Science Reviews.
Basándose en reconstrucciones detalladas de la topografía del antiguo continente y en modelos del clima del pasado, los investigadores desarrollaron un continente virtual y programaron a las poblaciones para sobrevivir y desplazarse con éxito por su nuevo territorio.
Navegar siguiendo las características del paisaje, como montañas y colinas, y saber dónde encontrar agua condujeron a estrategias de navegación exitosas. Los primeros habitantes de Australia no tardaron en transmitir sus conocimientos culturales a las generaciones siguientes, lo que facilitó el poblamiento de todo el continente.
Sin embargo, los desafíos planteados por la topografía de Sahul hicieron que el ritmo de migración fuera más lento. Los modelos anteriores no tenían en cuenta las limitaciones topográficas que sí tiene este sofisticado modelo, lo que permite una estimación más realista del poblamiento del continente. Este nuevo trabajo también explica la lentitud con que los antepasados indígenas llegaron a Tasmania, lo que sólo fue posible cuando las aguas del estrecho de Bass retrocedieron, un hallazgo que sólo fue posible combinando los resultados de estos modelos.
El autor principal del estudio, Corey Bradshaw, catedrático Matthew Flinders de Ecología Global en la Universidad de Flinders y responsable del tema de los modelos CABAH, afirma que, en conjunto, estos modelos combinados permiten comprender mejor los datos arqueológicos y genéticos que explican las grandes migraciones de los pueblos indígenas de Sahul.