DENVER (AP) — Minutos antes de que estallara un incendio en una casa y matara a cinco personas en 2020, una cámara de vigilancia filmó a tres personas con pasamontañas y capuchas que miraban desde el patio trasero de la vivienda de tres familias de inmigrantes senegaleses.
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La investigación del incendio del 5 de agosto de 2020 duró meses por temor a que se tratara de un crimen de odio racial, pero las autoridades descubrieron otro presunto motivo perturbador: tres adolescentes habían iniciado el incendio en venganza por el robo de un iPhone, que uno de ellos rastreó erróneamente a la casa en un barrio cercano al aeropuerto de Denver.
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Se escucharon alaridos y tres personas saltaron por las ventanas de la planta alta, y luego se hallaron los cadáveres de cinco personas dentro de la vivienda.
Casi dos años después de su arresto, uno de los adolescentes se apresta a conocer en las próximas horas su condena por su papel en el incendio. Dillon Siebert, de 14 años en la época del incendio y 17 ahora, fue acusado de homicidio agravado entre 47 cargos. Los otros dos, Kevin Bui y Gavin Seymour, ambos de 16 años entonces, fueron acusados de homicidio agravado, intento de homicidio y robo.
Según documentos judiciales, Siebert se declaró culpable de homicidio simple en diciembre, cuando su caso pasó de un tribunal de menores a una corte de adultos.
Bui, a quien se identificó como sospechoso junto con los demás cuando la policía pidió a Google que revelara el nombre de la persona que buscó la dirección de la vivienda, presuntamente dijo a los investigadores que un mes antes del incendio le habían robado su teléfono, dinero y zapatos cuando intentaba comprar un arma.
Bui confesó haber iniciado el incendio después de rastrear su teléfono mediante una aplicación, pero al día siguiente se enteró a través de la prensa que las víctimas no eran las personas que le habían robado, dijo el detective Neil Baker.
En el incendio murieron Djibril y Adja Diol y su hija de 22 meses Khadija; Hassan Diol, hermana de Djibril, y su hija Hawa Baye, una bebé a quien su madre abrazaba, según Baker. Los cuerpos estaban en la planta baja cerca de la puerta.