Hasta ahora se han contabilizado 95 personas como fallecidas por el atentado suicida perpetrado el 30 de enero, en una mezquita de Peshawar, en el norte de Pakistán, de acuerdo con un informe oficial divulgado por medios locales.
El ministro principal en funciones de la región de Jiber Pajtunjua, Muhamad Azan Jan, confirmó que además de las 95 víctimas mortales, también figuran unas 221 personas en la lista de heridos. Los servicios de emergencia pausaron la búsqueda de posibles víctimas entre los escombros del templo, debido al sobre cupo en los hospitales.
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El responsable político de Jiber Pajtunjua informó que ya abrieron investigaciones para tratar de esclarecer la autoría del ataque en el interior de la mezquita de Police Lines, después de que el grupo Tehrik e Taliban Pakistan, conocido como los talibán paquistaníes (TTP), se desmarcaron de las reivindicaciones planteadas inicialmente por dos de sus comandantes.
La directora de SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas, mencionó que, de acuerdo a información que recogió, el “TTP negó rotundamente la conexión con el atentado suicida”.
La explosión se produjo en la sala de oraciones, la habitación principal de la mezquita, que tenía capacidad para unas 250 o 300 personas. El terrorista suicida se colocó en primera fila durante el rezo del mediodía que tenía lugar en la mezquita antes de activar la carga explosiva que portaba y matar, entre otros, al imán Sahibzada Nurulamin.