MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
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El Gobierno espera llegar "esta semana" a un acuerdo para reforma la Ley del 'solo sí es sí', pero reconoce diferencias entre los partidos de la coalición sobre "cómo llevar a cabo" la misma pese a que coinciden en "mantener el consentimiento y evitar los efectos indeseados".
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Fuentes gubernamentales han explicado que la "complejidad" para llegar a un acuerdo está "en la solución técnica y no en la voluntad política", si bien han dejado claro que el objetivo es "solucionarlo" y se han marcado de plazo "esta semana".
Por su parte, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha subrayado en la rueda de prensa que la "mejor forma" defender la "buena ley" es "llevar a cabo todos los ajustes técnicos necesarios" para evitar la rebaja de penas y ha insistido en que no se ha planteado tocar "ni una coma" del consentimiento" porque es la "esencia" de la norma.
En este sentido, ha precisado que los trabajos entre el Ministerio de Igualdad y el de Justicia se centran en "ajustar desde el punto de vista jurídico y técnico" para que no se produzcan las rebajas.
Rodríguez ha incidido en la "complejidad" de los "retoques técnicos" de la reforma, que, ha aseverado, no llega "en ningún caso" por motivos electorales, sino que responde a la preocupación del Gobierno ya expresada desde que se produjesen las primeras rebajas de penas. "Desde siempre hemos mantenido que el Gobierno ha estado estudiando en todo momento cada uno de esos pronunciamientos", ha recalcado.
En este contexto, ha apuntado a la importancia de alcanzar un acuerdo para la reforma, tras lo que "ambicionará el mayor apoyo de todos los grupos", un apoyo en el que el PP "es bienvenido", ha dicho. En relación con la oferta de los 'populares' para apoyar la reforma sin el voto de Unidas Podemos, la portavoz ha manifestado su "excepticismo" porque "el histórico del partido en lo que se refiere a derechos y libertades de las mujeres no les avala".
Por su parte, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha defendido que en la tramitación de la ley, que contó con el apoyo de 200 diputados, nadie "quería los efectos indeseados que se están produciendo".