MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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"Estoy a favor de todas las protestas y el cambio climático es un tema que me preocupa, como a todos. Pero me da pena que utilicen el arte para hacer una protesta, porque hay muchas formas de hacerlo: no puedes protestar de algo que está siendo destrozado, destrozando tú otra cosa", ha lamentado en una entrevista con Europa Press la artista catalana.
Muñoz, quien en los últimos años ha dedicado gran parte de su trabajo a mostrar las consecuencias del cambio climático, cree que sería más adecuado "buscar otras formas de protestar". "Respeto a todo el mundo, que quede claro, pero lo veo innecesario. No necesitas destruir nada para dar a conocer algo, porque así estás haciendo lo mismo que denuncias o peor", ha afirmado.
La fotógrafa ingresa en la academia con el discurso que lleva por título 'Una antropología de los sentimientos' y, tal y como ha explicado, se trata de un relato personal de la evolución de la fotografía por parte de una "contadora de historias". "Quiero contar la evolución de la fotografía en España en todos estos años a través de mi bibliografía", ha apuntado.
Con más de 50 años de carrera, la autora ha reconocido que el ingreso en una institución como la Real Academia es "algo que nunca entró" en su "imaginario". "Pero sí creo que llega en un momento de mi vida importante, cuando me gustaría poder devolver a la fotografía algo de lo mucho que me ha dado", ha defendido.
PRIMERA MUJER FOTÓGRAFA EN LA ACADEMIA
Muñoz será la primera mujer fotógrafa que ingresa en esta institución y ha reiterado la importancia de este hecho, no solo en este momento, sino a lo largo de toda su carrera. "Soy feminista y no es lo mismo que está pasando en otros países, desgraciadamente, pero creo que la mujer española hoy en día está en un buen momento", ha aseverado.
Además, reconoce que el ser mujer le ha cerrado puertas en algunos momentos de su carrera, si bien le han permitido acceder a otros lugares inesperados. "A lo largo de mi vida, sobre todo como fotógrafa, me he encontrado con muchas situaciones donde las mujeres no tenían acceso a muchas cosas. Pero también ha sido un privilegio poder mostrar la realidad a otras mujeres y a prestar una ayuda que, de haber sido hombre, nunca hubiera podido alcanzar", ha explicado.
Muchos de los trabajos de Muñoz exploran la mirada de personas en zonas de conflicto --por ejemplo, uno de los países que más le han marcado es el Congo--, y la fotógrafa reivindica la necesidad de "búsqueda de luz" en estos lugares para "salir de alguna manera del infierno".
"Todos, a medida que vamos viviendo, de alguna manera tenemos momentos oscuros y de gran dolor. Esa búsqueda de la luz a través del arte es lo que nos permite de alguna manera vivir con las mochilas que llevamos: buscar esperanza en las historias vitales y poderla reflejar", ha destacado
EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES
Fotógrafa de blanco y negro --"que también tiene luz, porque la fotografía sin luz no existe", ha apuntado--, Muñoz reconoce estar interesada "en todos los cambios" que está experimentando la fotografía, desde el digital hasta los programas de edición. "Es un momento parecido al que vivieron los orígenes de la fotografía en el siglo XIX", ha resaltado.
"Yo nunca tengo suficiente e investigar nuevas formas de contar es como una obsesión. Y este momento nos permite hacer todo eso. A veces, los fotógrafos hemos tenido miedos de este cambio, pero creo que es un momento muy especial", ha señalado, para concluir con dos proyectos en los que ya está trabajando.
"Uno es sobre la ceguera, junto con un grupo de médicos oftalmólogos que devuelven la vista con una operación de cataratas: ser ciego en África no es lo mismo que ser ciego en España. Y el otro es un viaje a Turquía para conocer la civilización descubierta de casi 7.000 años antes de las pirámides. Son nuestros orígenes y llevo toda la vida buscando eso", ha explicado.