MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La junta militar de Burkina Faso confirmó el lunes haber solicitado a Francia la retirada de sus tropas en el país, a la par que pedía "apoyo material" a los "amigos" de Uagadugú para reforzar las operaciones contra el terrorismo en la nación africana.
De acuerdo con el portavoz del Gobierno de transición, Jean Emmanuel Ouédraogo, el principal argumento para justificar la decisión es la intención de que "sean los propios burkineses" los que lleven a cabo "el sacrificio" para la "liberación" de Burkina Faso, "la reconquista de la integridad del territorio y la refundación" del país.
Así pues, según la información recogida por 'Le Parisien', el Ejecutivo galo habría dado 'luz verde' a la retirada de tropas en un plazo de un mes, cumpliendo así la petición de Uagadugú y en respeto del acuerdo firmado con la nación africana en 2018, en el que se detallaba precisamente el despliegue de militares franceses.
La decisión de Burkina Faso está argumentada así en la pretensión de Uagadugú de "contar con sus propios medios para ganar la guerra", prescindiendo así de la colaboración de Francia. Bien es cierto que desde el gobierno burkinés se ha incidido en que la decisión respecto a las tropas galas "no está relacionada con un suceso particular".
Francia cuenta con unos 400 militares de las fuerzas especiales desplegados en Burkina Faso en el marco de la Operación 'Sable'. Hace menos de un mes Uagadugú pidió a París que cambiara a su embajador en el país, en medio del aumento de las tensiones bilaterales durante los últimos meses y ante un acercamiento entre la junta y Rusia, país al que ha pedido que "ocupe su lugar" en Burkina Faso.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero de 2022 contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado un aumento de la inseguridad desde 2015. La junta está ahora encabezada por Ibrahim Traoré, quien protagonizó en septiembre una asonada que fue considerada un 'golpe palaciego' contra el hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Los continuos ataques en el país, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios'. El deterioro de la seguridad ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.