MELBOURNE, Australia (AP) — Tomó si acaso una semana para que Novak Djokovic pasara de alarmarse sobre si era capaz de disputar si acaso un partido con su adolorido pierna izquierda a pensar de que está en condiciones de conquistar el Abierto de Australia.
PUBLICIDAD
Fue lo que hizo el lunes al completar un partido sin molestias físicas y casi que perfecto en los octavos de final.
PUBLICIDAD
“Esta noche, cómo he jugado, cómo me he sentido, me da motivos para creer que puedo llegar alcanzar el último objetivo aquí, dijo Djokovic tras arrasar 6-2, 6-1, 6-2 al australiano Alex de Miñaur (22do cabeza de serie) para instalarse por 13ra vez en los cuartos de final en el Melbourne Park y por 54ta ocasión en todos los torneos de Grand Slam.
“Siempre tengo el convencimiento de que puedo alcanzar el último objetivo por mi tenis”, añadió Djokovic, cuyos 21 campeonatos en las grandes citas incluyen nueve en Australia. “Pero cómo me había sentido en la pierna antes de esta noche no estaba muy esperanzado con mis opciones para todo el torneo. Este noche sí me sentido positivo de que podré lograrlo”.
Hace un año, Djokovic fue deportado del país previo al inicio del Abierto de Australia por no haberse vacunado con el COVID-19. Aún no se ha inoculado, pero los protocolos sanitarios del gobierno fueron relajados.
Tras estar pendiente de la pierna en sus tres primeros del torneo la semana pasada, con algunas caídas, a veces pidiendo el auxilio del fisioterapeuta, el serbio de 35 años exhibió su habitual flexibilidad para llegar a cada rincón de la cancha en la arena Rod Laver.
Djokovic ganó 42 de los 64 puntos que exigieron cinco o más golpes. Fue superior 26-9 en tiros ganadores. Ganó cada uno de sus 12 juegos con el saque, sin afrontar una sola bola de quiebre. Considerado como el mejor del tenis para la devolución, tal vez el mejor en la historia, Djokovic dispuso de una docena de oportunidades de quiebre y capitalizó la mitad.
Rompió el servicio de la esperanza local para ponerse arriba 4-2 en el primero set y lo repitió para sentenciarlo. Otros quiebres le pusieron al frente 2-0 y 4-0 en el segundo. Y quebró para adelantarse 1-0 y 3-0 en el tercero.
“Estuvo bajo una presión constante. No tuve puntos gratis en cada juego con mi saque. Fue una batalla cuesta arriba desde el comienzo", señaló de Miñaur. “Nunca pude enchufarme en el partido, complicarle, o meterle presión”.
Djokovic señaló que se sintió “fantástico” y “en gran forma en cuanto a movilidad y movimiento”.
Además de tomar “muchos" analgésicos para el tendón de la corva, Djokovic dijo que apeló a “varios tratamientos, máquinas y otras cosas” para mejorar en la pierna. Advirtió que “no quiero celebrar prematuramente porque no sé cómo el físico va a responder mañana o en el próximo partido”.
Su rival de turno será el ruso Andrey Rublev. El quinto cabeza de serie se presentará al duelo del miércoles con una foja de 0-6 en la ronda de cuartos de final en los Slams. El otro duelo de ese día será protagonizado por dos veinteañeros estadounidenses no preclasificados y que nunca habían llegado tan lejos en un grande: Ben Shelton y Tommy Paul.
Los otros cruces de cuartos en la rama masculina se dirimen el martes: el griego Stefanos Tsitsipas (3er preclasificado) contra el checo Jiri Lehecka (sin preclasificación) y el ruso Karen Khachanov (18vo) ante el estadounidense Sebastian Korda (29).
Djokovic es el único de los ocho que se ha consagrado campeón en un Grand Slam. Y Tsitsipas es el único que pudo alcanzar la final de un final y la perdió — adivinan bien — ante Djokovic en el Abierto de Francia en 2021.
“He estado en esta situación tantas veces previamente", dijo Djokovic, tirándose hacia atrás en la silla y llevándose las palmas sobre su pecho. “Desde esa perspectiva, creo que eso me ayuda más para los días que quedan del torneo y en lo que necesito hacer. Tengo que estar pendiente en los otros partidos, para ver qué están haciendo los demás. Ya se verá qué pasa".