MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El incidente tuvo lugar el 17 de enero en los alrededores de la localidad de Siluad, cuando un puesto de control móvil provocó un atasco que derivó en protestas de varios conductores, lo que llevó a un soldado a lanzar una granada aturdidora.
Tras ello, Ahmad Kahla intentó salir de su vehículo para protestar, si bien el comandante presente en la zona se lo impidió y usó gas pimienta contra él. Después de ello, varios soldados sacaron al hombre del vehículo, lo que derivó en una trifulca en la que Kahla habría sacado un arma.
Según la investigación preliminar, en ese momento un soldado israelí abrió fuego contra el hombre, alcanzándole en la parte superior del cuerpo. El suceso tuvo lugar en presencia del hijo de 19 años de la víctima, que también se encontraba en el vehículo, tal y como ha informado el diario 'The Times of Israel'.
Si bien Kahla fue identificado como un terrorista que tenía pensado perpetrar un ataque, el comandante de la brigada que supervisa la investigación preliminar ha determinado que ese no era el caso y ha hecho hincapié en que "el incidente no debió terminar con un hombre muerto".
Por ello, el Ejército israelí ha especificado que la Policía Militar ha abierto una pesquisa y ha agregado que las conclusiones serán entregadas a la Fiscalía militar, tal y como ha recogido la emisora pública israelí, Kan.
La Autoridad Palestina tildó el suceso de "ejecución", en medio de un repunte de las tensiones en la zona. Naciones Unidas alertó la semana pasada de que "el peligroso ciclo de violencia" entre israelíes y palestinos está causando una cantidad "devastadora" de muertos y recalcó que "la violencia debe terminar".