Un político que perdió la contienda para la Cámara de Representantes de Nuevo México, protagonizó una serie de tiroteos apuntando a vehículos en movimiento y a las casas de funcionarios demócratas.
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Tras estos hechos permanecerá detenido en espera de juicio después de que un juez determinó este lunes que es un peligro para la comunidad.
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Solomon Peña, de 39 años, está acusado de varios cargos que incluyen disparar contra una casa y ser un criminal en posesión de un arma de fuego.
Nadie resultó herido en los tiroteos, pero el caso reavivó el debate sobre si los legisladores deben dificultar que personas acusadas de delitos violentos salgan bajo fianza.
La abogada de Peña cuestionó la credibilidad de un testigo confidencial que compartió información con las autoridades, cuando dijo que se contradecían algunas de las declaraciones usadas en la denuncia penal.
La abogada también argumentó que los antecedentes criminales de su cliente no incluyen condenas violentas ni delitos con armas de fuego, y que, más allá de dos citatorios por multas de tránsito, Peña no tiene problemas con la ley desde que fue liberado de prisión en 2016.
Los fiscales enfatizaron el periodo de tiempo en prisión de Peña y lo describieron como “cabecilla” de un grupo que él reunió para disparar contra algunas casas, diciendo que las pruebas balísticas determinaron que un arma de fuego hallada en el maletero de un auto registrado a nombre de Peña estaba vinculada con al menos un tiroteo. Otro hombre fue hallado conduciendo ese auto y arrestado por un caso no relacionado.
El juez de distrito estatal, David Murphy, coincidió con los fiscales y señaló la naturaleza y circunstancias de las acusaciones y que los funcionarios electos parecían blancos de al menos intimidación o, en el peor de los casos, daño.
