BRASILIA (AP) — El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva visitó el sábado el estado de Roraima, en el norte del país, luego que el gobierno de Brasil declaró una emergencia de salud pública para el pueblo yanomami de la Amazonía, que sufre de desnutrición y enfermedades como malaria como consecuencia de la minería ilegal.
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En la capital del estado, Boa Vista, Lula dijo que el trato que que se da a los yanomamis es inhumano. Las medidas inmediatas que tomará el gobierno incluyen una mejora en el transporte y la contratación de más médicos y enfermeros para trabajar en la región, dijo.
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El decreto, firmado el viernes por la ministra de Salud Nisia Trindade, no tiene fecha de expiración y permite que se contrate personal adicional. Determina que el equipo a cargo tiene que publicar reportes relacionados con la salud y el bienestar general del grupo indígena.
Lula también formó un comité multiministerial que será coordinado por su jefe de gabinete durante un periodo inicial de 90 días. La comitiva del gobierno viajó a Boa Vista al tiempo que muchos yanomami enfermos han sido ingresados a hospitales especializados.
Los yanomami son el grupo nativo más grande de Brasil, con una población de aproximadamente 30.000 personas que viven en un área de más de 9 millones de hectáreas (22 millones de acres) en la zona norte de la selva amazónica, cerca de la frontera con Venezuela.
En años recientes, especialistas han alertado sobre el surgimiento de una crisis humanitaria y sanitaria. El reporte “Yanomami bajo ataque”, escrito por la ONG Instituto Socioambiental, señala que en 2021 la región fue responsable del 50% de los casos de malaria en el país. En el mismo reporte, indicó que más de 3.000 niños presentaban desnutrición.
La minería ilegal es la principal causa de los problemas que enfrenta el pueblo yanomami. Los activistas acusan a los mineros de amenazas de muerte, agresión sexual y abuso en el consumo de alcohol y drogas, sobre todo contra niños indígenas. El mismo reporte muestra que en la región los mineros construyeron ilegalmente más de 40 pistas de aterrizaje y que tomaron control de algunos centros de salud gubernamentales.
“La actividad minera cambia el suelo, creando charcos que son propicios para el mosquito de la malaria y otras enfermedades. Muchos mineros también traen consigo enfermedades. Es una crisis sanitaria y humanitaria”, subrayó Estêvão Benfica, geógrafo y uno de los investigadores del Instituto Socioambiental.
Benfica agregó que la falta personal y de recursos básicos para identificar la malaria en sus primeras etapas empeora la situación. El alto índice de enfermedades inhabilita a los yanomamis para trabajar en su tierra, creando una gran comunidad que no puede sostenerse económicamente.
Otro factor fue el enfoque político durante los años del gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, cuando disminuyó el personal de salud y se cerraron cuatro unidades de salud, dejando a cientos de yanomami sin consultas médicas.
Hace unos días, el Ministerio de Salud designó un equipo para una misión de salud especial en la región yanomami. Lula programó un viaje de emergencia al estado de Roraima tras un reporte del sitio de noticias local e independiente Samauma, que publicó fotografías impactantes de niños desnutridos.
Según el reporte, durante los últimos cuatro años del gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, la muerte de niños menores de 6 años aumentó 29% en comparación con el gobierno anterior. El mismo reporte indica que 570 niños yanomami murieron entre 2019 y 2022 a causa de enfermedades curables.