Publicaciones hechas el viernes en redes sociales indicaban que se habían instalado sistemas de defensa antiaérea en varios puntos de Moscú, entre ellos la sede del Ministerio de Defensa ruso.
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Las autoridades rusas no han comentado la información sobre lo que parece un sistema de defensa aérea Pantsir-S1 que fue visto en el techo de un edificio del centro de Moscú que está situado a unos 2 kilómetros (1,2 millas) al este del Kremlin y del Ministerio de Defensa, que se alza sobre el río Moscova, frente al parque Gorki.
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Días atrás se informó de la presencia de unidades móviles de misiles tierra-aire S-400 cerca del parque Losiny Ostrov, en la frontera norte de Moscú, y en un instituto agrícola de la capital.
Desde que Rusia envió tropas a Ucrania hace casi 11 meses, ha sido objeto de varios ataques con drones o intentos de ataque en el interior de su territorio. Las autoridades dijeron que un ataque con drones perpetrado el 5 de diciembre mató a tres personas en un aeródromo militar situado a unos 600 kilómetros (370 millas) de la frontera ucraniana.
Los drones explosivos también alcanzaron el cuartel general de la flota rusa del Mar Negro en Crimea, la región anexada por Rusia.
Aunque Estados Unidos y otros miembros de la OTAN han proporcionado ayuda militar a Ucrania por valor de miles de millones de dólares, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que Washington no enviaría armas que pudieran utilizarse para ataques dentro de Rusia.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, planteó el jueves la posibilidad de que se suministren este tipo de armas en el futuro, y afirmó que “llevaría el conflicto a un nivel completamente nuevo”.
