ALBUQUERQUE, Nuevo México, EE.UU. (AP) — Fiscales afirman que un ex candidato republicano acusado de organizar una serie de tiroteos desde vehículos en movimiento contra las casas de funcionarios demócratas electos en la ciudad más grande de Nuevo México es un peligro para la comunidad y debe quedarse detenido en espera de juicio.
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Los fiscales presentaron una moción el miércoles en la que pidieron que Solomon Peña sea detenido sin derecho a fianza. Peña apareció con grilletes en un video durante una comparecencia inicial ante el tribunal mientras un juez explicaba que permanecería detenido en espera de una audiencia de detención programada para el próximo mes.
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La abogada de Peña, Roberta Yurcic, dijo que solicitará que se establezcan las condiciones para que su cliente pueda ser liberado mientras avanza su caso en la corte de distrito estatal. Pero los fiscales argumentaron en la moción que ninguna condición garantiza la seguridad de la comunidad.
“Las acciones del acusado muestran hasta dónde está dispuesto a llegar cuando está insatisfecho con la realidad”, indica la moción. “Organizó múltiples tiroteos en múltiples hogares y él personalmente participó en al menos uno de esos tiroteos. No hay motivo para creer que alguien tan reticente a aceptar la realidad dará algún crédito a las condiciones de liberación ordenadas por el tribunal”.
Peña está acusado de varios cargos derivados de tiroteos que comenzaron a principios de diciembre y continuaron en enero. Los cargos incluyen disparar contra una casa, agresión grave con un arma mortal, asociación delictuosa y ser un criminal en posesión de un arma de fuego.
Las autoridades identificaron a Peña, un expresidiario de 39 años de edad, como el sospechoso principal a través de una combinación de registros de vehículo y celular, los casquillos de balas recolectados cerca de los hogares de los funcionarios e información de testigos confidenciales.
Peña había publicado en redes sociales después de la elección de noviembre que ésta había sido “manipulada” y que no cedería pese a haber perdido su intento de llegar a la Cámara de Representantes estatal en un distrito que durante años ha estado en manos de los demócratas.
Según una denuncia criminal, el político novato presuntamente pagó a cuatro hombres para balear hogares de funcionarios demócratas, incluida una casa en donde dormía una niña de 10 años.