CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El Vaticano realizó el sábado un funeral en la Basílica de San Pedro al cardenal australiano que señaló que el papado de Francisco era una “catástrofe” y el propio pontífice da la bendición final para el otrora alto prelado.
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El cardenal George Pell murió el 10 de enero a los 81 años de edad, poco después de haberse sometido a una cirugía de cadera en un hospital de Roma.
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Pell, que fungió como ministro de Finanzas del Vaticano durante tres años, fue una figura clave en los primeros años del papado de Francisco, cuyos objetivos incluían reformar las finanzas de la Santa Sede, que tenía un largo historial de escándalos y mala gestión.
Posteriormente, Pell regresó a su natal Australia para ser juzgado por cargos de abuso infantil en relación con las acusaciones de que había manoseado a dos niños del coro cuando fungió como arzobispo de Melbourne. Pasó un año en un régimen de aislamiento antes de que se anulara una condena anterior en 2020.
Pell había proclamado su inocencia.
Como es habitual en los funerales de cardenales, el papa Francisco pronunció una bendición final en latín, en forma de oración por la misericordia y el descanso eterno.
La misa de funeral fue celebrada por un cardenal italiano, Giovanni Battista Re, en su papel de decano del Colegio Cardenalicio.
El cardenal Re recordó a Pell como “un hombre de Dios y un hombre de la Iglesia” que se distinguió por una “profunda fe y gran solidez de doctrina, que siempre defendió sin vacilar y con valentía”.
“Como señaló muchas veces, le dolía el debilitamiento de la fe en el mundo occidental y la crisis moral de la familia,″ dijo Re en su homilía.
Apenas nueve días antes, Pell había asistido en el Vaticano a los funerales del predecesor de Francisco, el papa Benedicto XVI, que falleció tras casi una década en el retiro el 31 de diciembre.
Después de la muerte de Pell, se dio a conocer que el cardenal fue el autor de un memorándum que había estado circulando durante varios meses. En dicho memo, Pell había señalado que el papado actual era un “desastre” y una “catástrofe”.
Por otra parte, un día después del deceso de Pell, una revista conservadora publicó lo que, señaló, era un artículo escrito por el cardenal en el que decía que era una “pesadilla tóxica” la determinación de Francisco de sondear a los laicos católicos sobre cuestiones como la doctrina de la Iglesia sobre la sexualidad y el papel de la mujer.
Se espera que estas cuestiones se debatan acaloradamente a finales de este año en una reunión de obispos de todo el mundo convocada por Francisco en el Vaticano.
