KIEV, Ucrania (AP) — El personal de una escuela de oficios en una ciudad en el este de Ucrania rechazó las afirmaciones rusas de que cientos de tropas ucranianas habían muerto en un ataque de misiles contra el lugar, y el lunes afirmaron que el cohete sólo había reventado las ventanas y dañados los salones.
Rusia identificó a la escuela de formación profesional en Kramatorsk como objetivo de un ataque de la guerra iniciada hace casi 11 meses. El Ministerio ruso de Defensa dijo que sus misiles golpearon el sábado por la tarde dos bases temporales que alojaban a 1.300 soldados ucranianos en la ciudad y mataron a 600 de ellos.
Periodistas de Associated Press que visitaban el lugar el lunes en una jornada soleada vieron un edificio de concreto de cuatro plantas con casi todas las ventanas rotas. Dentro, vecinos de la zona limpiaban los escombros, barrían los cristales y arrojaban muebles rotos a un cráter dejado por un misil junto al inmueble.
Otro edificio de formación de seis plantas se veía sin apenas daños. No había indicios de presencia militar ucraniana ni de víctimas.
Yana Pristupa, subdirectora de la escuela, se rio de las afirmaciones de concentración de tropas.
“Nadie ha visto ni una gota de sangre en ningún sitio”, dijo a AP. “Todo el mundo vio ayer que nadie sacó ningún cuerpo. Sólo hay gente limpiando”.
Antes de que comenzara la guerra el pasado febrero, señaló, la escuela tenía más de 300 alumnos. La mayoría de ellos estudiaba ingeniería mecánica, aunque la mayoría de las lecciones pasaron a impartirse por internet cuando Rusia invadió el país.
Los alumnos, dijo “están conmocionados ahora”. La subdirectora recalcó que el lugar era un “gran centro”.
Las autoridades ucranianas se apresuraron a negar el domingo las afirmaciones rusas de que hubiera perdido un gran número de soldados en el ataque.
Pese a la falta de pruebas de que cientos de soldados ucranianos hubieran muerto en la operación, Moscú no se echó atrás. El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que los reportes del lugar no habían cambiado la confianza de las autoridades en los mandos de defensa.
“El Ministerio de Defensa es la principal, legítima y amplia fuente de información sobre el curso de la operación militar especial”, dijo Peskov en una conferencia telefónica con la prensa, en la que empleó el término para la guerra que utiliza el Kremlin.
Los dos bandos han afirmado de forma periódica que habían matado a cientos de soldados del otro lado. Esas afirmaciones rara vez pueden verificarse de forma independiente debido a los combates.
Sin embargo, las acusaciones de Moscú han resultado contraproducentes en su país, ya que algunos blogueros militares rusos criticaron las afirmaciones del Kremlin sobre el ataque en Kramatorsk.
Según el Institute for the Study of War, los blogueros “respondieron de forma negativa a la afirmación del (Ministerio ruso de Defensa), señalaron que el Ministerio ruso a menudo hace afirmaciones fraudulentas y criticaron a los líderes militares rusos por inventar una historia (...) en lugar de exigir responsabilidades a los líderes rusos por las pérdidas registradas”.
Un vocero del Ministerio ruso de Defensa dijo que los ataques a Kramatorsk respondían a un ataque ucraniano en Makiivka en Nochevieja en el que murieron al menos 89 soldados rusos reunidos en barracones temporales, según Moscú. Las autoridades ucranianas dijeron que la cifra de muertos en ese ataque era de centenares.
Fue uno de los ataques más mortales contra las fuerzas del Kremlin desde que comenzó la guerra hace más de 10 meses, y supuso una pérdida vergonzosa.
Se han producido otros ataques de represalia. Cuando Ucrania atacó a principios de octubre un puente que conectaba Rusia con la ocupada Península de Crimea, lo que dañó una importante ruta de suministro para la renqueante campaña del Kremlin en el sur de Ucrania y asestó un golpe a un símbolo clave del poder de Rusia en la región, el Kremlin hizo una primera oleada de ataques contra instalaciones energéticas ucranianas.
La ofensiva se presentó como una represalia por la explosión en el puente y dio paso a una serie de bombardeos constantes contra infraestructura energética ucraniana.
La oficina presidencial de Ucrania reportó el lunes que al menos tres civiles murieron y otros 12 resultaron heridos en el país en las 24 horas previas, mientras que nueve regiones ucranianas en el sureste del país registraron ataques.