ROMA, 4 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
"Lo golpeó muy duro. Creo que el papa Benedicto leyó el nuevo motu proprio con dolor en el corazón, porque su intención había sido ayudar a quienes simplemente encontraron un hogar en la Misa antigua para encontrar paz, para encontrar la paz litúrgica, para alejarlos además de Lefebvre", ha explicado Gänswein en una entrevista con el periódico católico alemán*'Die Tagespost'.
El arzobispo francés Marcel Lefebvre ordenó en 1988 a cuatro obispos sin permiso del Papa y falleció excomulgado debido a esta grave acción. Él y sus seguidores, miembros de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), no reconocen el Concilio Vaticano II ni la reforma de la Misa realizada en la década de 1960, que permitió, entre otras cosas, que la Eucaristía se celebre en el idioma de cada lugar.
Gänswein ha especificado que si "se piensa en todos los siglos que la Misa antigua fue la fuente de vida espiritual y alimento para muchos, incluyendo muchos santos, es imposible imaginar que ya no tenía nada que ofrecer".
El arzobispo alemán, que se convirtió en parte de la familia de Benedicto XVI al permanecer siempre a su lado en sus últimos años, ha asegurado sobre la misa en latín, que no se olvida de los muchos jóvenes que nacieron luego del Vaticano II, que realmente no entienden todo el drama alrededor del Concilio, y que estos jóvenes, conociendo la Misa nueva, sin embargo, habían encontrado un hogar espiritual, un tesoro, en la Misa antigua también.