ROMA, 2 (EUROPA PRESS)
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Según cifras de la gendarmería del Vaticano, desde las 9,00 horas y hasta las 14,00 horas, - en estas 5 primeras horas en las que ha estado abierta la capilla ardiente- 40.000 personas se han acercado a darle el último adiós al papa emérito.
El difunto Benedicto XVI descansa sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Además en sus manos entrelaza un rosario en sus manos.
A diferencia de sus predecesores, no lleva el palio papal, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno en una determinada jurisdicción. De hecho, será enterrado sin vestir el palio, que se colocará en el ataúd como se hace para los obispos eméritos, según han informado los medios italianos.
El funeral de Benedicto XVI que será oficiado por el Papa Francisco el próximo jueves a las 9:30 horas en la plaza de San Pedro del Vaticano será "solemne, pero sobrio", según anunció el Vaticano, y solo asistirán de forma oficial delegaciones de gobierno y presidencia de Italia y Alemania.
Los embajadores ante la Santa Sede han sido invitados oficialmente a la misa del funeral, según ha podido saber Europa Press. Por tanto, está previsto que también la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, asista. Si algún jefe de Estado o de Gobierno quiere asistir al funeral de Benedicto XVI podrá hacerlo, pero lo hará a título personal.
De momento, el rey Felipe de Bélgica y su esposa, la reina Matilde, han confirmado su asistencia. También lo ha hecho el presidente de Polonia, Andrzej Duda.