MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
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El domingo, cuatro personas murieron y otras nueve resultaron heridas después de que un grupo de personas armadas dispararan contra tres casas en el distrito de Rajouri y menos de 24 horas después un niño murió y cuatro adultos más resultaron heridos tras una explosión cerca de las viviendas atacadas el día anterior.
Los muertos pertenecen a la comunidad hindú, minoritaria en esta región, Cachemira, de mayoría musulmana. En los últimos años se ha incrementado la tensión por la represión de las fuerzas de seguridad indias y la división de la región en dos --Jammu y Cachemira y Ladakh-- que se hizo efectiva en octubre de 2019.
"Condeno enérgicamente el cobarde ataque terrorista en Rajouri. Le aseguro al pueblo que los que están detrás de este despreciable ataque no quedarán sin castigo. Mis pensamientos y oraciones están con las familias", ha escrito en Twitter el vicegobernador de la región, Manoj Sinha.
Como gesto de buena voluntad del Gobierno, Sinha ha anunciado una indemnización para los heridos, y otra, demás de un puesto de trabajo en la administración local para los familiares de los muertos.
El ataque del domingo provocó una serie de protestas y bloqueos en Rajouri en protesta por lo que sus habitantes consideran una dejación de las autoridades locales en brindar seguridad a una región en disputa permanente entre India y Pakistán desde 1947, siendo motivo de dos de las tres guerras que han mantenido desde su independencia de Reino Unido.
Durante más de tres décadas la región ha sufrido una revuelta armada contra el Gobierno de India, que culpa a Pakistán de provocar y apoyar a estos grupos separatistas.