Quitar el árbol de Navidad es apenas una tarea al concluir la temporada de fiestas de fin de año. Para quienes adquirieron un árbol no artificial, no hay mucho qué hacer. Puede ser tan simple como sacarlo a la acera, para que se encargue el servicio de recolección de basura.
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En la mayoría de los estados de Estados Unidos, puede ser un auténtico regalo.
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A menudo estos árboles son triturados para usarse como composta o abono, que se ofrece sin costo a los residentes y organismos no lucrativos para que los usen en jardinería y paisajismo.
En muchos estados, trabajadores de recursos naturales recolectan árboles completos en puntos de entrega predeterminados para ser arrojados a lagos y canales para que sirvan de hábitat para los peces.
En partes de Luisiana, por ejemplo, se usan para apuntalar áreas costeras afectadas por la erosión y reconstruir humedales. Sólo en el distrito de Jefferson, se recolectan unos 5.000 árboles cada año para tales esfuerzos.
Algunos zoológicos aceptan árboles de Navidad libres de químicos y adornos para alimentar a algunos animales, como cabras, cerdos y elefantes, así como para efectos sensoriales y de entretenimiento para otras criaturas, como canguros, leones, camellos y rinocerontes.
O bien el reciclaje se puede hacer en casa. Los árboles desechados pueden tener su descanso final en una esquina del jardín, para que sirvan de resguardo y área de alimentación para aves.
Para ello, hay que asegurarse de quitarle adornos, luces y oropeles. Envolver el árbol con un toldo antes de sacarlo ahorrará la frustración de tener que aspirar después las agujas de pino.
Algunos sitios web ofrecen formas para hallar programas locales de reciclaje de árboles. La cadena Home Depot también tiene eventos de recolección de árboles en algunas zonas.
Pero no esperes demasiado tiempo después de Navidad, porque a medida que se secan, los árboles son un riesgo de incendio. También es peligroso intentar usar chimeneas o estufas de madera para quemar partes del árbol, porque los aceites que contienen pueden causar llamas peligrosas.
Quizás el peor lugar para deshacerse de los árboles de Navidad es el vertedero, porque los materiales enterrados ahí producen gas metano, que provoca efecto invernadero y es considerado más dañino que el dióxido de carbono.