MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
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"La serpiente alimentada por los franceses comenzó a morderse (la cola). Todos deberían ver ahora el verdadero rostro de esta organización terrorista", ha expresado, agregando que es "problemático ayudar y apoyar a los terroristas", según un comunicado del Ministerio de Defensa.
Un hombre de unos 70 años abrió fuego el viernes en un centro cultural kurdo de París, matando a tres personas y dejando heridas a otras tres. Las autoridades galas pronto salieron al paso de lo ocurrido para mostrar su total rechazo en lo que el propio presidente, Emmanuel Macron, definió como un ataque "odioso" contra los kurdos en Francia.
El sábado cientos de personas protestaron en la plaza de la República de la capital de Francia, París, en rechazo al tiroteo perpetrado por el hombre, que ha admitido este domingo un "odio patológico" a los extranjeros.
Aunque la concentración se desarrolló de forma pacífica, pasadas las 13.00 horas se registraron enfrentamientos en las inmediaciones de la plaza de la República entre manifestantes y agentes de Policía, lo que se saldó con 31 agentes heridos y al menos once arrestos.
De acuerdo con la cadena BFMTV, algunos asistentes a la manifestación atacaron a los agentes de seguridad con pequeños proyectiles, e incluso lanzaron mobiliario urbano. La Policía, por su parte, respondió con el uso de gases lacrimógenos.
La crispación de algunos asistentes con la Policía no fue compartida por el conjunto de los manifestantes, que llegaron incluso a interponerse entre unos y otros formando una cadena humana integrada también por miembros del Consejo Democrático Kurdo.
Tras este episodio de violencia, los organizadores de la manifestación decidieron poner fin a la concentración antes de lo previsto. La marcha debía avanzar rumbo hacia la Bastilla, zona en la que registraron enfrentamientos.
Desde el Consejo Democrático Kurdo denunciaron que los ánimos incendiaron cuando un grupo de "provocadores" pasaron a bordo de un coche junto a la manifestación y mostrando por las ventanillas la bandera turca y haciendo el gesto de los Lobos Grises.
Lobos Grises es una organización racista ultranacionalista turca y extremadamente hostil con la comunidad kurda. Las autoridades galas ordenaron en 2020 su disolución al considerarla una organización de extrema derecha. Sus afines hacen un gesto con la mano levantando los dedos índice y meñique y juntando el resto de dedos.
