MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
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Desde Chicago y Baltimore, pasado por Belén y Santa Ynez, y hasta llegar a Aspen y Arlington, el gigante norteamericano ofrece experiencias para todo tipo de públicos.
En Chicago la Navidad está repleta de luz. La ciudad más grande del Medio Oeste sabe cómo organizar una Navidad al estilo tradicional: desde las atracciones del Winter WonderFest y el patinaje sobre hielo en el parque Maggie Daley, hasta un paseo por la avenida de las compras de lujo, la famosa Magnificent Mile, iluminada con más de un millón de luces.
También cabe destacar el Christkindlmarket, uno de los principales y más antiguos mercados navideños del país, que atrae a más de un millón de visitantes al año. En él, se pueden degustar pretzels frescos, bratwurst y un famoso vino caliente especiado, el gluhwein, que se sirve en una taza que cambia de diseño cada año.
Para los amantes de la nieve, la excursión a Lake Geneva es obligatoria. Esta ciudad lacustre se encuentra a una hora y media de Chicago y en ella se puede esquiar, montar en trineo y pasear con raquetas de nieve.
Para vivir la experiencia navideña completa en Chicago, la estancia en el icónico hotel The Drake se convierte en todo un clásico.
Baltimore es otro destino perfecto para vivir el espíritu navideño de Estados Unidos. El Christmas Village es un espacio que combina un mercado, con un parque de atracciones y una cervecería. Los amantes del arte pueden disfrutar de una gran variedad de vendedores dentro del mercado, incluyendo artistas locales como Art by Barton, con obras en marcos de metal hechos a mano, y los famosos adornos navideños alemanes de Kathe Wohlfahrt.
Además, si eso no fuera suficiente para sentirse como en una película navideña, el Western Maryland Scenic Railroad, ofrece un viaje en el Polar Express acompañado de chocolate caliente, galletas y trineos. Por último, el Inner Harbor, es un centro turístico que desde Acción de Gracias hasta Nochebuena está decorado para que los visitantes vivan la experiencia navideña al máximo.
Para el alojamiento, el Renaissance Hotel by Marriott es un acogedor oasis durante el invierno y está a sólo diez minutos a pie del Christmas Village.
ASPEN: NIEVE Y DESCONEXIÓN.
Y para los amantes del esquí y del patinaje sobre hielo Aspen es el lugar ideal. Además aquellos que no se dejan impresionar por las pistas pueden entretenerse dándose un capricho en uno de los famosos spas, en las tiendas de lujo o en las galerías de arte.
La celebración anual de los 12 días de Aspen, con villancicos victorianos en el vestíbulo del Hotel Jerome y fiestas gratuitas de patinaje en familia, tiene lugar en los días previos a Navidad.
Otro imperdible es la tradicional ceremonia anual de encendido del árbol con Papá Noel y sus renos, cantantes de villancicos y, cacao caliente con galletas.
Para los más foodies, en el Rancho Avalanche, con aguas termales y situado a una hora de Aspen, se encuentra el popular restaurante Hickory House BBQ, que aparece en el programa de American Food Network, 'Diners, Dive-Ins and Drives'.
Además, los viajeros pueden vivir una auténtica experiencia de temporada acampando en una de las tiendas yurtas de Basalt Mountain Gardens, un Airbnb ubicado en la preciosa ladera de la montaña.
Y Estados Unidos también sorprende con una navidad alemana en el corazon de Texas. Arlington, ciudad hermana de Bad Königshofen en Alemania (Texas cuenta con unos tres millones de habitantes que afirman tener ascendencia alemana), organiza cada año un encantador mercado navideño de inspiración germana.
El alegre mercado tradicional está repleto de actividades para toda la familia, como un zoo de mascotas de temática bávara y un teatro de marionetas. En esta misma ciudad está ubicado el parque temático Six Flags, que cuenta con diferentes experiencias de inmersión.
Otras de las muchas actividades que ofrece Arlington son: subir al tren Holiday Express para ver todas las luces del parque, o acudir cada noche a ver cómo Papá Noel ilumina un árbol de navidad gigante mientras se disfruta de la deliciosa comida del festival gastronómico 'Taste Of Holiday In The Park'.
Una opción muy popular de alojamiento es Live! by Lowes, un complejo vacacional que ofrece unas vistas inigualables del Globe Life Park y del AT&T Stadium.
LA CIUDAD DE LA NAVIDAD EN PENSILVANIA.
Conocida como la Ciudad de la Navidad, Bethlehem o Belén en español, en Pensilvania, acoge a más de un millón de visitantes durante las navidades para vivir las celebraciones del Christkindlmarkt.
Bajo el toldo de las carpas al aire libre y la brillante Estrella de Belén, los visitantes pueden comprar regalos procedentes de artesanos de todo el mundo o degustar los suculentos aperitivos holandeses de Pensilvania (pierogies, funnel cake y una gran variedad de salchichas), mientras escuchan los actos musicales locales.
Otra actividad imprescindible es la excursión a la granja Shady Brook para disfrutar de un paseo en carreta al aire libre con un inolvidable espectáculo de luces. Además, merece la pena visitar el bar, The Bookstore Speakeasy, con una temática de los años 20, una lista de cócteles clásicos y jazz en directo los fines de semana.
A la hora de alojarse, la Mansión Sayre es una joya oculta; se trata de un encantador 'bed and breakfast' ideal para disfrutar de unas vacaciones repletas de actividades.
Y para finalizar el Julefest de Solvang. Cada año, la celebración navideña de este lugar, de una semana de duración, ilumina la región, convirtiendo a esta aldea danesa-estadounidense en uno de los 'pueblos más navideños de América'.
Perfecto para todos los miembros de la familia, podrán buscar a los Jule Nisse, traviesas figuras danesas con aspecto de duendes escondidas por toda la ciudad, asistir a la ceremonia de encendido del árbol, a la iluminación anual de los molinos y al desfile.
La ruta gastronómica anual Solvang Holiday Food Tour añade una muestra de los sabores de la región vinícola. Además, Santa Bárbara está a 40 minutos en coche de Santa Ynez, una excursión perfecta para cualquier día de vacaciones de invierno.
Para las estancias, los viajeros pueden disfrutar de la cálida hospitalidad danesa en Wine Valley Inn and Cottages, con varias suites, chateaus y cabañas privadas para elegir.