WASHINGTON (AP) — El gobierno de Estados Unidos impuso el miércoles sanciones sobre el fiscal general de Irán, otros cuatro funcionarios iraníes y una compañía que apoya a las fuerzas de seguridad del país por su participación en una violenta represión en curso de las protestas contra el gobierno.
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El Departamento del Tesoro anunció que impondría sanciones al fiscal general de Irán, Mohammad Jafar Montazeri, a dos comandantes de alto rango de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaría de Irán y a dos miembros del Basij, un grupo paramilitar de voluntarios que a menudo aplica estrictas leyes sobre la vestimenta y la conducta.
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“Condenamos el uso cada vez más intenso de la violencia por parte del régimen iraní contra su propia gente que defiende sus derechos humanos”, señaló el Departamento del Tesoro en un comunicado, apuntando que Montazeri ha presidido los enjuiciamientos de manifestantes, algunos de los cuales han sido ejecutados o condenados a muerte.
La dependencia estadounidense identificó a los comandantes de la guardia revolucionaria como Hassan Hassanzadeh, el jefe de sus fuerzas en Teherán, y Seyed Sadegh Hosseini, quien opera sus Cuerpos de Beit-al Moghadas, en la provincia de Kurdistán. Los dos miembros de Basij son el subcoordinador del grupo, Hossein Maroufi, y Moslem Moein, su jefe de ciberespacio, añadió el departamento.
El Departamento del Tesoro dijo que también impondrá sanciones sobre la compañía Imen Sanat Zaman, que fabrica vehículos blindados y otros equipos para las fuerzas de seguridad. Las sanciones congelan cualquier activo que los afectados pudieran tener en jurisdicciones estadounidenses y prohíben que los ciudadanos estadounidenses hagan negocios con ellos.
Irán se ha visto sacudido por protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, de 22 años y quien falleció luego de haber sido detenida por la policía de la moral. Desde entonces, las manifestaciones se han transformado uno de los desafíos más fuertes a la teocracia instalada por la Revolución Islámica de 1979.
Las fuerzas de seguridad han reprimido violentamente las protestas, causando la muerte de más de 500 manifestantes, y han detenido a más de 18.000, de acuerdo con Human Rights Activists en Irán, un grupo que ha monitoreado de cerca los disturbios. Más de 60 elementos de las fuerzas de seguridad han perdido la vida, de acuerdo con el grupo.