MOSCÚ, 17 (EUROPA PRESS)
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El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, ha dado cuenta de la "destrucción" de unidades ucranianas de sabotaje y de reconocimiento, así como de la inutilización de un campamento de "mercenarios extranjeros".
Igualmente ha asegurado que se han logrado los objetivos de los bombardeos con proyectiles del viernes para impedir el movimiento de armamento y munición ucranianos, así como la paralización de la producción en las fábricas de armamento y la destrucción de sistemas de de defensa antiaérea ucraniana. "Todos los objetivos atacados han sido destruidos", ha indicado Konashenkov.
La ola de ataques rusos del viernes ha sido una de las más intensas desde que comenzaron los bombardeos sobre las instalaciones de la red eléctrica ucraniana, en octubre. Kiev ha corroborado 70 ataques y ha asegurado que la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por las defensas antiaéreas, aunque ha denunciado daños en infraestructuras clave como servicios eléctricos y de agua. Millones de personas han quedado sin electricidad.
Este mismo sábado el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha informado que se ha recuperado el suministro de agua para todos los barrios de la capital. Además la mitad de los ciudadanos pueden calentarse. "Estamos trabajando para restablecer la calefacción a todos los vecinos de la ciudad", ha apuntado Klitschko en Telegram.
Dos tercios de la ciudad tiene electricidad, pero continuarán las restricciones para paliar el déficit de electricidad, por lo que ha emplazado a sus vecinos a ahorrar energía. Klitschko ha informado además de la reanudación del servicio de metro.
Reino Unido ha denunciado un endurecimiento de la campaña de bombardeos de largo alcance contra las infraestructuras uranianas con el uso de misiles de crucero lanzados desde el aire o desde el mar, pero que incluye también "casi con toda certeza" drones iraníes lanzados desde la región de Krasnodar.
Ucrania denuncia una campaña de "terror" rusa que busca sumir al país en la oscuridad y el frío durante el invierno con el objetivo de obligar a la gente a huir del país y causar una oleada migratoria. Las temperaturas en Kiev eran de unos 4ºC.
También el sábado Moscú ha informado de que el presidente ruso, Vladimir Putin, pasó la jornada del viernes con el mando de la "operación militar especial", informándose de los próximos planes de ataque.