Durand señala que los muertos que tiene Boluarte "en su haber" deberían ser suficientes para forzar su renuncia
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Duda que nadie más que Castillo pueda capitalizar el descontento y las ansias de cambio social en Perú
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MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La exministra de la Mujer de Perú Anahí Durand ha calificado el intento de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo como "una maniobra precipitada y desesperada" por "destrabar una situación de ilegitimidad y de alteración del equilibrio de poderes" impuestas por un Congreso que ni siquiera reconoció su victoria electoral.
"Sí, fue un intento de golpe de Estado que no se llegó a concretar", ha dicho Durand para Europa Press, para después matizar que "fue más bien una maniobra desesperada, un intento precipitado de un presidente absolutamente cercado que posiblemente en dos horas iba a ser destituido por el Parlamento", explica en relación a la moción de censura que estaba prevista para ese 7 de diciembre.
Esa era la tercera vez que Castillo iba a enfrentarse a una moción de censura en apenas año y medio de mandato. "Esta figura de vacancia por incapacidad moral se está usando indiscriminadamente, se puede presentar en cualquier momento con tal de que tengas la firma de 66 congresistas. A Pedro Castillo se le presenta una vacancia cada tres meses, es algo que no aguanta ningún sistema", ha criticado.
"No sacó una tanqueta, no fue un golpe de Estado en esa línea (...) es un intento desesperado de romper esta situación, de dar una salida a una situación en la que ya no estás hablando de una legalidad como tal", ha ahondado.
"No hace un golpe de Estado en un orden democrático legitimado, es un intento de destrabar una situación ya de ilegitimidad y de alteración del equilibrio de poderes, que es una base de la democracia", ha enfatizado Durand.
En ese sentido, ha criticado las versiones interesadas de algunos medios de comunicación y sectores de la ultraderecha política peruana por equiparar esta maniobra fallida de Castillo con episodios de la historia reciente del país, como el golpe de Estado de Alberto Fujimori en abril de 1992.
"Han estado haciendo una obstrucción permanente a Pedro Castillo, a quien ya le desconocieron desde que le anunciaron ganador de las elecciones. Este bloque golpista ni siquiera le dio el beneficio del triunfo, habló de fraude e impugnó votos indígenas. No solo fue discursivo, hizo toda una batalla judicial", denuncia.
"ENGENDRO" PARLAMENTARIO
Durand ha responsabilizado de esta enésima crisis política en Perú a ese "engendro" parlamentario heredero de la Constitución "a medida" de Fujimori de 1993, que hasta ahora no ha sido cambiada, más allá de varias modificaciones según las mayorías, que desde entonces son "sectores conservadores del fujimorismo".
"Tenemos una legalidad absolutamente maniatada y una Constitución desfasada. Ya en 2020, con la pandemia, la gente pedía una nueva Constitución con el argumento de que no se podía hacer más por la economía. Ha sido una serie de crisis que se han ido acumulando, donde el tema legal constitucional es una suerte de camisa de fuerza de estas demandas ciudadanas", ha valorado.
"En la campaña de 2021, el 80 por ciento de los partidos políticos estuvieron de acuerdo en cambiar la Constitución y esa fue una de las principales banderas de Pedro Castillo, no solo por el tema institucional, sino también por el económico", ha contado.
ENEMIGOS INTERNOS
Durand ha puesto de relieve que el gobierno de Castillo "siempre fue muy precario", ya desde el propio inicio de su candidatura por Perú Libre, "un partido muy regional, provinciano e ideologizado" que posteriormente "jugó un rol nefasto, sectario, sin querer ver a los aliados, expulsando prácticamente al presidente y siempre reclamando ministerios y cuotas de poder", ha lamentado.
"Esto demuestra la debilidad de un gobierno que si bien fue elegido con el voto de los más excluidos, siempre contó con una base programática y una correlación de fuerzas muy débil, incluso en la misma izquierda", ha valorado Durand, quien ha reprochado a esa izquierda socialdemócrata y aspiracional de clase media de sumarse "a la narrativa de los grandes medios de comunicación".
"Al final es el pueblo el que está muriendo en las calles, pidiendo la libertad de Castillo, una nueva Constitución y que se cierre el Congreso", pero "ahorita no tiene un interlocutor legitimado" que pueda sentarse a hablar con la presidenta Dina Boluarte "salvo quizás Castillo, pero está preso".
RENUNCIA DE BOLUARTE
Durand también se ha mostrado muy crítica con la gestión de Boluarte, a la que responsabiliza de las decenas de muertes que se han registrado desde que una parte de la población salió a las calles en apoyo a Castillo.
"Todos los muertos son por balas de la Policía y el Ejército porque esta señora, Dina Boluarte, decretó el estado de emergencia nacional, restringiendo y reprimiendo ciertos derechos, como el de la protesta. La gente, obviamente, ha hecho caso omiso y ha salido más indignada", ha destacado.
"Hay un desborde claro y la exigencia ahora es la renuncia de Dina Boluarte y no solo cerrar el Congreso y liberar a Castillo (...) Hay 21 muertos y todo en las portadas de los periódicos es la prisión de Castillo (...) como los muertos son fuera de Lima no están siendo tratados como debiera", ha denunciado.
ELECCIONES ANTICIPADAS Y APOYO INTERNACIONAL
Durand también ha cuestionado el reciente apoyo que el Ejecutivo de Chile ha ofrecido a Boluarte, en contra de lo que han hecho otros vecinos con gobiernos de izquierdas, y ha aseverado que el presidente Gabriel Boric "va a tener que repensar el respaldo a esta señora que ya lleva 21 muertos en su haber".
"Esto es una dictadura. Si condena la dictadura en Nicaragua debería condenar lo que está pasando en Perú. Creo que Boric quizás se apuró en pensar que la situación se había normalizado y también la influencia de la Embajada norteamericana, que rápidamente ha ido a visitar a Dina Baluarte, les ha hecho pensar así".
"Me parece que es una mirada inadecuada", ha recalcado Durand, quien ha destacado que otro países, como Colombia, México, Argentina o Bolivia, hayan llamado la atención sobre lo que está pasando no ya solo a nivel político, sino también en términos de Derechos Humanos.
"Creo que también es clave que la comunidad internacional no se alinee con esta idea que quiere imponer Estados Unidos de que ya aquí la transición y la vida democrática volvió a la normalidad. Me parecería importante que Boric reflexione también en esa línea", ha valorado.
Por otro lado, de cara a las elecciones anticipadas que podrían ya incluso adelantarse a 2023, Durand ha considerado que la izquierda peruana actualmente no cuenta con nadie con la fuerza necesaria para movilizar a la mayoría que ansía un cambio social. Para ella, solo Castillo es capaz de capitalizar ese sentimiento.
"Yo creo que en estos momentos quien va a capitalizar todo esto va a ser quien diga Pedro Castillo, no hay otra torre en la izquierda y en el campo popular que pueda tener esa fuerza" tampoco en "la misma izquierda progresista", ha dicho Durand, apuntando como otras figuras de estas corrientes como Verónika Mendoza "se han desdibujado".
"Me parece que a estas alturas, cuando se está empezando ya a plantear más seriamente un adelanto de elecciones para julio, agosto, del otro año, la candidatura de los sectores de la izquierda, del campo popular, van a tener que tomar en cuenta esta variable de Pedro Castillo, quizás no él como candidato, pero sí alguien que él designe", ha valorado.