MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
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Moradi pudo hablar por primera vez con su familia en noviembre solo para decir que estaba bajo custodia de las autoridades iraníes. Ahora, el abogado Salim Efe ha explicado que el reportero habló por segunda vez con sus allegados a principios de diciembre para precisar que se encontraba en Evin, uno de los centros penitenciarios más conocidos por las organizaciones humanitarias internacionales dada su especialización en el encarcelamiento de disidentes.
El abogado de Moradi ha aprovechado para denunciar que la desaparición de su cliente fue, en realidad, un secuestro. El reportero, según testigos, fue interceptado por "dos hombres vestidos de negro" la noche del 30 de mayo cuando se dirigía a su domicilio en Estambul, donde residía en calidad de "refugiado condicional", estatus que le fue concedido en abril.
En realidad, el periodista llevaba en Turquía desde 2014, año en que su padre fue condenado a cinco años de cárcel por su oposición a las autoridades iraníes. En la denuncia de su desaparición, recogida por el portal, la familia habla de un individuo que se presentó como "agente de Inteligencia turco" que intentó "reclutar" al periodista como "informante" y amenazó al reportero cuando éste rechazó su oferta.
Asimismo, la familia asegura que el periodista, antes de ser deportado a Irán, pasó cinco meses bajo custodia de los servicios de Inteligencia turco, durante los cuales fue víctima de torturas
Efe planea emprender acciones legales contra las autoridades turcas sobre la base del relato de Moradi a sus abogados en Irán. "Presentaré una denuncia penal contra los funcionarios pertinentes y el gobierno por acciones ilegales contra una persona que estaba bajo la protección del Gobierno turco y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Turquía", ha manifestado. "Creo que Turquía ya no puede considerarse un país seguro para los refugiados iraníes", ha agregado.
El Gobierno turco no se ha pronunciado sobre esta información.