MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
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La investigación realizada por la ONU indica que estas muertes tuvieron lugar principalmente en dos localidades, Kishishe y Bambo, en el distrito de Rutshuru, en la provincia de Kivu Norte. Esta zona ha seguido registrando un aumento de la violencia.
Las víctimas fueron ejecutadas en lo que apunta a una serie de medidas de represalia por la actual ofensiva llevada a cabo por el Gobierno. "La violencia ha sido llevada a cabo como parte de una campaña de violadores, secuestradores y asesinos, que han ido saqueando aldeas de Rutshuru ante los enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales", recoge el texto.
La pesquisa muestra que de los fallecidos, 102 son hombres, 17 mujeres y al menos doce son niños, que habrían muerto entre los días 29 y 30 de noviembre. Todos ellos han sido ejecutados arbitrariamente, mientras que una veintena de mujeres han sido violadas, según el documento de la MONUSCO, que ha condenado la violencia contra los civiles.
"Es necesario que se facilite el acceso a la población civil para hacer entrega de la ayuda humanitaria urgente", ha puntualizado la misión de la ONU. Asimismo, ha aplaudido la decisión del Gobierno de abrir un proceso judicial contra los posibles autores de estas violaciones de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional.
Además, ha solicitado el "cese inmediato de la violencia contra los civiles" y ha instado a las partes implicadas a "dejar inmediatamente las armas e involucrarse en un proceso de desmovilización, desarme y reintegración".
Sin embargo, los rebeldes del M23, que se han hecho con el control de varias localidades cercanas a la frontera con Ruanda y Uganda, han negado haber atacado a los civiles.