BANDUNG, Indonesia (AP) — Un miliciano islamista condenado por fabricar bombas y que salió de prisión el año pasado se inmoló el miércoles en un cuartel de policía en Java, la principal isla de Indonesia. Un policía murió y 11 personas resultaron heridas, según las autoridades.
El agresor entró en motocicleta en el cuartel de policía Astana Anyar y detonó una de las dos bombas que llevaba cuando los policías se alineaban para su asamblea matinal, dijo el jefe de policía de la ciudad de Bandung, Aswin Sipayung. La otra bomba fue desactivada.
En redes sociales circulaba un video en el que se veían restos humanos esparcidos cerca del vestíbulo dañado de la estación de policía, envuelto en una humareda blanca mientras la gente huía del edificio.
El vendedor de comida Herdi Hardiansyah dijo que estaba preparando comida detrás de la comisaría cuando un fuerte ruido le sobresaltó.
Vio a un policía al que reconoció como uno de sus clientes cubierto de sangre, al que otros dos agentes llevaron a un hospital en una motocicleta. Más tarde supo que el agente había muerto. Otros diez policías y un civil resultaron heridos.
Se cree que el agresor era miembro de la organización armada Jemaah Anshorut Daulah, o JAD, que juró lealtad al grupo Estado Islámico y ha cometido otros ataques suicidas letales en Indonesia, según explicó a su visita al lugar el general Listyo Sigit Prabowo, jefe de la policía nacional.
La policía identificó al hombre como Agus Sujatno, también conocido por su alias Abu Muslim. Salió en libertad el año pasado tras cumplir una pena de cuatro años por financiamiento terrorista y fabricar explosivos utilizados en un ataque de 2017 también en Bandung, capital de la provincia de Java Oriental.
JAD fue designado como grupo terrorista por Estados Unidos en 2017.
Sujatno estaba en una lista de vigilancia por su rechazo al programa de desradicalización del gobierno, añadió Prabowo. La policía y la unidad de antiterrorismo investigarían el ataque y buscarían otros posibles culpables, señaló.
En la motocicleta del agresor se encontró un papel con el mensaje “el código penal es la ley de los infieles, combatamos a las fuerzas de seguridad satánicas”, indicó el jefe de policía de Java Occidental, Suntana, que sólo utiliza un nombre.
El parlamento indonesio aprobó el martes un nuevo código penal que ilegaliza el sexo fuera del matrimonio, así como los insultos al presidente y las instituciones del estado.
El actual código penal es heredado del gobierno colonial holandés. Un borrador anterior se barajó en 2019, pero el presidente, Joko Widodo, instó a los legisladores a retrasar la votación entre crecientes críticas que derivaron en protestas nacionales debido a las acusaciones de que el texto discriminaba a minorías y el proceso legislativo era poco transparente.
Indonesia ha combatido a los grupos extremistas desde que se realizaron una serie de ataques en la isla turística de Bali en 2002 que dejaron 202 muertos, en su mayoría turistas extranjeros. En los últimos años, los atentados en contra de extranjeros han sido reemplazados en buena medida por ataques de menor dimensión y menos letales dirigidos contra del gobierno, la policía y fuerzas antiterroristas, así como hacia personas consideradas infieles.
En mayo de 2018, dos familias llevaron a cabo una serie de atentados suicidas en iglesias de la ciudad de Surabaya, dejando una docena de muertos, incluyendo dos niñas cuyos padres estuvieron involucrados en uno de los atentados. La policía señaló que el padre era el dirigente de una filial local del grupo terrorista indonesio Jemaah Anshorut Daulah.
El año pasado, dos atacantes que se cree que pertenecían a una red extremista aliada al grupo Estado Islámico se inmolaron a las afueras de una concurrida catedral católica durante una misa de Domingo de Ramos en la isla de Célebes, dejando al menos 20 heridos.
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Karmini informó desde Yakarta, Indonesia.