DOHA (AP) — En la primera práctica de Argentina tras la clasificación a los cuartos de final, el delantero titular Ángel Di María y su suplente Alejandro Gómez trabajaron el lunes separados de sus compañeros por distintas dolencias y están en duda para jugar contra Holanda.
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Di María arrastra una sobrecarga en el cuádriceps derecho que le impidió jugar en la victoria 2-1 ante Australia el sábado en los octavos de final. En su lugar, ingresó el “Papu” Gómez, quien pidió el cambio a poco de iniciado el complemento por un esguince de tobillo.
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Ambos futbolistas no salieron al campo de entrenamiento de la Universidad de Qatar y permanecieron en kinesiología, informó del departamento de prensa de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). El plantel tuvo día de descanso el domingo.
Si bien no están descartados para jugar contra Holanda el viernes en el estadio Lusail, la disponibilidad de ambos jugadores estará atada a que puedan trabajar a la par de sus compañeros en los tres entrenamientos que restan antes del partido.
Este puesto en el ataque argentino ha estado maldito por las lesiones. Antes de la Copa del Mundo, fue dado de baja Nicolás González, recambio natural de Di María.
El técnico Lionel Scaloni no cuenta con jugadores de características similares al extremo de la Juventus y se decidió por Gómez — menos desequilibrante en velocidad — ante Australia. Sin ellos, el entrenador deberá improvisar con un mediocampista o incluso cambiar el esquema táctico para el próximo partido.
Ambas lesiones son el único lunar en una Argentina que, pasado el mal trago del debut ante Arabia Saudí, se reencontró con el nivel de juego que le permitió hilvanar un invicto de 36 partidos y se perfila como una de las serias candidatas a la final del Mundial.