HOUSTON (AP) — Cuando Deshaun Watson regrese el domingo a la cancha lo hará en el mismo estadio donde jugó su anterior partido hace 700 días.
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El quarterback se estrenará con los Browns de Cleveland (4-7) en el encuentro contra su exequipo, los Texans de Houston (1-9-1), después de haber cumplido una suspensión de 11 cotejos que le impuso la NFL debido a las acusaciones en su contra de mala conducta sexual que le afectaron su prestigio.
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En sus primeras declaraciones a la prensa el jueves desde agosto, Watson declinó responder a preguntas ajenas al fútbol.
Habló ampliamente sobre su emoción de jugar no sólo frente a los fanáticos de los Browns sino de los Texans también.
“Hay grandes recuerdos y recuerdos divertidos”, dijo en referencia a cuando jugó con los Texans. “Todavía tengo una casa en Houston, así como amigos, familia y relaciones que ahí continúan”.
El partido será su primero desde el 3 de enero de 2021, cuando lanzó para 365 yardas y tres touchdowns con Houston, que aquella vez cayó 41-38 ante Tennessee.
Poco después de aquella derrota, el mariscal de campo había mostrado su inconformidad con la dirección del equipo y solicitó que lo transfirieran a otro club.
Luego dos docenas de mujeres lo acusaron de acoso sexual o agresión sexual durante sesiones de masaje.
El jugador permaneció en el plantel de Houston la campaña pasada pero estuvo inactivo toda la temporada hasta que lo enviaron en marzo a los Browns.
Watson aceptó la prolongada suspensión, una multa de 5 millones de dólares y someterse a orientación y terapias profesionales después de que una árbitro independiente determinara que el quarterback había infringido la política de conducta personal de la liga.
Watson contribuyó a que los Texas alcanzaran dos veces la postemporada en las cuatro campañas que estuvo con el equipo antes de que pidiera su transferencia. Se había convertido en un jugador favorito de los aficionados antes de que sus líos fuera de la cancha comenzaran a opacar su talento.
Cuando le preguntaron que recepción esperaba en su regreso a la ciudad donde había pasado toda su carrera en la NFL respondió: “Estoy concentrado únicamente en ser el quarterback titular y ejecutar el plan dispuesto para el partido”, afirmó. “Ese es mi principal objetivo. Me tiene sin cuidado el ambiente”.
Watson enfrentará a un equipo alicaído que suma seis descalabros consecutivos y es el único de la NFL con una sola victoria.
Algunos se preguntan si Watson, de 27 años, será el mismo jugador de antes o si mostrará falta de contundencia a su regreso.
“Hemos dicho a nuestros jugadores que vamos a ver la mejor versión de Deshaun”, dijo el entrenador de Houston, Lovie Smith.
“Me parece que así van todos a la cancha. Él no ha jugado por mucho tiempo, prevemos que le falte ritmo y todo lo demás", agregó.
A la pregunta de si prevé que su larga inactividad le afecte, el quarterback afirmó: “Con sinceridad no tengo la certeza”.
“Es la primera vez que he estado inactivo mucho tiempo. Mi mayor interés es entrar en la cancha y lo que (el entrenador) Kevin (Stefanski) diga, garantizar que yo lo cumpla, haciendo una jugada a la vez, y dejar que el juego venga a mí, sin presiones ni cosas por el estilo”.
HOUSTON, SIN CONTUNDENCIA TERRESTRE
Uno de los pocos aspectos brillantes de Houston en sus primeros nueve partidos fue la mejora de su ofensiva terrestre encabezada por el novato Dameon Pierce. Pero en los últimos dos encuentros que terminaron en abultadas derrotas, los Texans no consiguieron nada por tierra.
Los Texans acumularon 36 yardas corriendo con el balón desde atrás de la línea de golpeo el domingo, su segundo peor desempeño en este aspecto en la campaña después de que terminara con 21 yardas, su avance más bajo en la temporada, contra Washington el 20 de noviembre.
Pierce acumuló 772 yardas corriendo con el balón desde atrás de la línea de golpeo en nueve cotejos pero solo acumuló 8 yardas en cada uno de los anteriores dos encuentros.