BRUSELAS, 30 (EUROPA PRESS)
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La salud debe ser un "pilar esencial de la política exterior, un sector geopolítico crítico y un tema central para la autonomía estratégica de la UE", señala la propuesta de Bruselas, que pone el foco en promover asociaciones con terceros países a través del mecanismo 'Global Gateway', con el que Europa quiere canalizar fondos para infraestructuras clave en otros continentes, sobre todo África, en contraposición a las inversiones chinas.
"La pandemia ha sido un punto de inflexión y hemos aprendido lecciones importantes de la crisis y tenemos que dar un paso atrás y abordar las repercusiones con una estrategia más estructural", ha afirmado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, quien ha señalado que la crisis del coronavirus ha demostrado que la salud no se limita a temas médicos y científicos, sino más bien un "elemento crítico" de la política internacional y de comercio y área clave en la cooperación internacional.
En este sentido, la UE quiere reforzar su liderazgo en materia sanitaria e introducir un enfoque integral para que las cuestiones de la salud estén presentes en todas sus políticas. El objetivo es que la UE promueva mejores sistemas sanitarios y bienestar, tanto dentro como fuera de sus fronteras, fortalecer los sistemas y avanzar en la cobertura sanitaria universal. Tras la crisis vivida por la pandemia de coronavirus, la estrategia señala la necesidad de prevenir y combatir amenazas sanitarias, aplicando un enfoque unitario.
Para ello exige un sistema de gobernanza global más "robusto", teniendo en cuenta el entorno geopolítico "más complejo", que incluya una Organización Mundial de la Salud más efectiva y responsable, en el centro del enfoque multilateral para la salud.
Así, apunta a más cooperación con los miembros del G7 y el G20 y con otras organizaciones regionales a fin de reforzar los sistemas de salud, además de usar el mecanismo 'Global Gateway' de la UE para aumentar la soberanía sanitaria y garantizar unos sistemas más autónomos y resistentes ante crisis en terceros países.
Para mejorar la salud a nivel global, Bruselas reclama un acceso más igualitario a las vacunas y tratamientos médicos mediante el fortalecimiento de la industria local y de la capacidad de producción, además de reglas vinculantes a nivel internacional para aumentar la vigilancia y detección de patógenos con la intención de atajar la trasmisión de enfermedades provenientes del mundo animal.
