MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
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Las autoridades de la región etíope de Oromía han reclamado a los que se unieron al Ejército de Liberación Oromo (OLA) que "vuelvan a la paz", al tiempo que han descartado la posibilidad de abrir un diálogo de paz con este grupo rebelde.
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Hailu Adgna, jefe del Departamento de Comunicación de Oromía, ha indicado que las autoridades han intentado que los que se sumaron "a la fuerza terrorista Shene" que entreguen las armas y se reintegren, antes de agregar que varios de ellos se han rendido.
Así, ha indicado que el OLA "no tiene cadena de mando y se encuentra dividido en líneas regionalistas", antes de incidir en que las fuerzas de seguridad mantendrán sus operaciones contra los rebeldes, a los que ha tildado de "bandidos", según ha recogido el diario etíope 'Addis Standard'.
De esta forma, Hailu ha hecho hincapié en que el gobierno regional trabaja para lograr que los que "se unieron de forma equivocada" al grupo rebelde se entreguen, en un proceso mediado por líderes locales y comunitarios.
En respuesta, el portavoz del OLA, Odaa Tarbi, ha señalado en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense Voice of America que el grupo tiene una estructura organizada y ha acusado a las autoridades de rechazar la posibilidad de iniciar un diálogo de paz.
Odaa ha recordado que el Gobierno central ha alcanzado un acuerdo de cese de hostilidades con el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), en el marco de unos contactos para lograr la paz tras dos años de guerra en la región de Tigray (norte).
En este sentido, ha resaltado que las autoridades "crean nuevos motivos para no sentarse en la mesa (de negociaciones)con el OLA" y ha advertido de que "la lucha continuará hasta que las quejas del pueblo oromo tengan respuestas".
El OLA, escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018 y aliado del TPLF en el marco de la guerra en Tigray, ha reclamado la autoría de varios ataques --especialmente en Oromía-- durante los últimos meses. El OLF luchó durante décadas por la secesión de la región de Oromía, pero en 2018 anunció que renunciaba a la lucha armada, aceptando la oferta de amnistía del primer ministro.