DOHA (AP) — El centrocampista belga Kevin De Bruyne sabía que no había jugado bien en el estreno de su selección en el Mundial. Y lo dijo cuando aceptó el premio al mejor del partido.
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“No sé por qué me han dado el trofeo", afirmó. “Quizás sea por mi nombre".
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Con De Bruyne buscando la mejora tras la mediocre victoria sobre Canadá por 1-0, Bélgica tiene una segunda oportunidad ante Marruecos el domingo para demostrar por qué es está segunda en el ránking de la FIFA por detrás de Brasil.
Esta podría ser también la última participación en una Copa del Mundo para muchos de los que forman el codiciado equipo, bautizados a menudo como la “generación de oro”. La columna vertebral de combinado — De Bruyne, Eden Hazard, Axel Witsel, Jan Vertonghen, Toby Alderweireld y el arquero Thibaut Courtois — están en la treintena.
El seleccionador, Roberto Martínez, quien calificó la actuación ante Canadá como una de las peores del equipo desde que él asumió las riendas, podría verse tentado a realizar cambios ante Marruecos.
Al estratega español le encantaría recuperar al potente delantero Romelu Lukaku, quien se perdió el choque por una lesión en el muslo izquierdo y es duda para toda la fase de grupos. Algunos medios belgas han reportado que podría reaparecer antes de lo esperado contra los norteafricanos en el estadio Al Thumama de Doha.
A Marruecos le costará menos tratar de contener a De Bruyne tras haberlo conseguido con otro de los mejores centrocampistas del mundo, el croata Luka Modric.
El empate sin goles contra Croacia, finalista en 2018, en su primer duelo del Grupo F fue un inicio prometedor para Marruecos, y especialmente para su técnico, Walid Regragui, que tuvo menos de tres meses para preparar al torneo tras su contratación a finales de agosto.
Solo pudo dirigir a Marruecos en tres amistosos antes de Qatar. Nada que ver con los cinco años de Zlatko Dalic al frente de Croacia. O con los seis de Martínez con Bélgica.
El sorteo había dispuesto un comienzo desalentador para los norteafricanos con choques contra la Croacia de Modric y De Bruyne y Bélgica, que fueron terceros en Rusia. Pero el punto ante Croacia fue una auténtica inyección de moral.
“Llegar en estas condiciones no es fácil, pero acepté el reto”, afirmó Regragui, añadiendo que el resultado con los croatas “nos hizo creer".