DOHA (AP) — Para Kevin De Bruyne, jugar con Bélgica en la Copa del Mundo se siente muy distinto a jugar con el Manchester City en la Liga Premier inglesa.
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“Sé que tengo que acoplarme a mis compañeros”, dijo el viernes de Bruyne, reiterando el tipo de honestidad que brotó por momentos durante la decepcionante primera actuación de Bélgica en el Mundial.
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Mientras los belgas sufrieron en demasía para derrotar 1-0 a Canadá el miércoles, el centrocampista perdió repetidamente los nervios. Levantó las manos en señal de disgusto hacia sus compañeros en el campo y se enzarzó en una acalorada discusión con el defensa Toby Alderweireld y el técnico Roberto Martínez durante una pausa en el juego.
Después del encuentro, De Bruyne se burló de la decisión de elegirlo como el mejor jugador del partido. No tenía ganas de celebrar.
“A veces me altero mucho porque soy un perfeccionista”, comentó De Bruyne, considerado por muchos como el mejor volante creativo del mundo y fue elegido el mejor jugador de la Premier en las últimas dos temporadas.
“No puedo hacer el trabajo solo”, agregó. “Necesitaré a todos. Necesito elevar el nivel de los otros muchachos si queremos tener un torneo exitoso”.
Cuando De Bruyne juega para el City, el campeón inglés, tiene a Erling Haaland como referente goleador, Bernardo Silva y Rodri como escuderos en el medio campo, y a Ruben Dias y Aymeric Laporte detrás.
El nivel de talento a su alrededor no es el mismo que tiene con la selección de Bélgica, aunque el equipo sea el segundo del ranking de la FIFA e incluya a estrellas como el extremo Eden Hazard y el delantero Romelu Lukaku.
El problema es que Lukaku viene de una lesión y quizás pueda jugar en la siguiente fase, si es que Bélgica avanza, y Hazard apenas a tenido algunos minutos con el Real Madrid esta campaña, obteniendo dos titularidades.
Frente a Canadá, el envejecido equipo belga evidenció que ha perdido frescura. Es algo De Bruyne ha notado.
“Quizá hace tiempo que no jugamos a nuestro mejor nivel”, dijo desde la concentración de Bélgica en Rayán. "Y creo que el equipo tiene nivel para hacerlo mejor. Hay potencial en este equipo. Es hora de cumplir”.
Eso empieza, espera De Bruyne, contra Marruecos el domingo, un partido que podría llegar demasiado pronto para Lukaku, a pesar de que ha vuelto a entrenar tras sufrir una lesión en el muslo izquierdo.
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El periodista de The Associated Press Samuel Petrequin en Bruselas contribuyó a este despacho.
