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Resurgen temores de tumultuosidad en primarias republicanas

Un grupo pequeño, pero creciente, de operadores republicanos le están advirtiendo a los críticos de Trump que la única forma de derrotarlo es respaldar a un grupo mucho más pequeño de posibles candidatos

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, habla en la reunión anual de la Coalición Judía Republicana, el sábado 19 de noviembre de 2022, en Las Vegas. (Foto AP/John Locher) AP (John Locher/AP)

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LAS VEGAS (AP) — Los recuerdos de las tumultuosas primarias republicanas de 2016 pendían sobre el salón de baile de Las Vegas este fin de semana durante la primera gran reunión de los posibles contendientes a la nominación del partido para los comicios de 2024.

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Al menos 10 aspirantes a la Casa Blanca subieron al escenario para promocionar sus planes con los que pretenden corregir los problemas que aquejan a Estados Unidos y a su partido. Los detalles variaron, pero en la mayoría de los discursos se percibió una extraordinaria sensación de desafío pocas veces vista desde que el expresidente Donald Trump tomó el control del Partido Republicano hace seis años.

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Su mensaje central: Es posible derrotar a Trump y es algo que debería lograrse.

Nikki Haley, embajadora ante las Naciones Unidas durante el gobierno de Trump, prometió en abril que no enfrentaría al expresidente si él volvía a postularse. Pero el sábado por la noche, frente a cientos de republicanos que la vitoreaban, prometió dar el “1.000%” a una candidatura a la Casa Blanca si es que se decide a participar.

“Nunca he perdido unas elecciones, y no voy a empezar (a perder) ahora”, manifestó ante una multitud que la vitoreaba.

Pero mientras los donantes y activistas que se reunieron para el congreso de dos días de la Coalición Judía Republicana aplaudían, quizás nadie vitoreaba más fuerte que el propio Trump desde su mansión en Florida.

El equipo de Trump cree, al igual que un número cada vez mayor de donantes ansiosos y operadores republicanos, que el grupo de envalentonados aspirantes al 2024 ya puede estar recreando sin querer las condiciones que permitieron el éxito de Trump en 2016. Ese año, un nutrido grupo de aspirantes republicanos dividieron al electorado en las primarias y le permitieron a Trump convertirse en el candidato presidencial del partido a pesar de obtener sólo el 35% o menos de los votos en cada una de las tres contiendas primarias iniciales.

En los primeros días de la temporada rumbo al 2024, las similitudes con el 2016 son inquietantes.

Al igual que en ese entonces, Trump es visto con recelo dentro de su partido, su posición considerablemente debilitada después de que varios leales a él perdieron contiendas que podían haber ganado en las elecciones intermedias del 8 de noviembre. Y, sobre todo, una serie de republicanos ambiciosos están haciendo fila para enfrentarlo.

Un grupo pequeño, pero creciente, de operadores republicanos le están advirtiendo a los críticos de Trump que la única forma de derrotarlo es respaldar a un grupo mucho más pequeño de posibles candidatos.

Eric Levine, un donante de Nueva York que asistió a la reunión del fin de semana, le pidió a su partido que no acepte más de dos o tres candidatos y que actúe con verdadera urgencia.

“No creo que podamos darnos el lujo de esperar”, declaró Levine, quien ha recaudado millones de dólares para los republicanos en los últimos años y comenzó a hablar en contra de Trump sólo después de las elecciones de este mes. “Si él se convierte en el sello republicano, el partido será destruido”.

Por ahora, al menos, los rivales de Trump no parecen estar prestando atención a su advertencia.

Es probable que la alternativa más popular frente a Trump, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, no entre a la contienda sino hasta finales de la primavera, dicen sus aliados. Pero en su discurso de apertura el sábado por la noche dejó pocas dudas de que tiene en mente los comicios de 2024.

Y en una serie de entrevistas, varios otros aspirantes a ser candidatos republicanos y sus colaboradores indicaron que probablemente esperarían hasta la próxima primavera o verano para participar en la contienda, si es que deciden postularse. Eso incluso después de que Trump lanzó formalmente su campaña para el 2024 la semana pasada.

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Jill Colvin contribuyó desde Nueva York.

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