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La mayoría de los niños repatriados de campamentos en el noreste de Siria se reintegran con éxito, según HRW

La ONG pide acelerar las repatriaciones y medidas para garantizar el bienestar y la readaptación de los menores

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MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

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Muchos de los niños repatriados desde campamentos de detención para sospechosos de ser miembros de Estado Islámico y sus familiares en el noreste de Siria se están reintegrando con éxito, según ha indicado este lunes la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), que ha pedido que se incrementen las ayudas a los menores para garantizar que retoman una vida normal.

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En su informe 'Mi hijo es sólo un niño más: Experiencias de los niños repatriados de campamentos para sospechosos de Estado Islámico y sus familias en el noreste de Siria', de 62 páginas, documenta las experiencias de cerca de cien niños repatriados a Alemania, Francia, Kazajistán, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Uzbekistán entre 2019 y 2022.

Así, señala que pese a los años detenidos en condiciones muy precarias en estos campamentos, entre los que destaca el de Al Hol, donde carecían de cantidades adecuadas de comida, agua y medicamentos, muchos de los niños parecen estar ajustándose bien y adaptándose a su nueva vida, incluidas buenas notas en el colegio.

"Los niños rescatados de los horrores de los campamentos lo están haciendo bien en la escuela, haciendo amigos y construyendo nuevas vidas en sus países de origen", ha dicho Jo Becker, directora para derechos de la infancia en HRW. "A pesar de atravesar un sufrimiento inimaginable, muchos se están reintegrando extraordinariamente bien", ha agregado.

Para la realización del informe, HRW encuestó a 81 familiares, padres de acogida, trabajadores sociales y profesores, así como abogados y profesionales en salud mental sobre la situación de los niños repatriados de estos campamentos.

El sondeo refleja que el 89 por ciento de los participantes indican que los niños lo estaban haciendo "muy bien" o "bastante bien", incluido un 73 por ciento que da esta nota a las actividades de estos niños en la escuela. El 82 por ciento dicen que la situación emocional y psicológica de los niños es "muy buena" o "bastante buena", mientras que el seis por ciento señala que el niño "tiene problemas".

Entre estos problemas figura el caso de un niño de trece años repatriado por Uzbekistán que quedó traumatizado por la muerte de su padre en combates para arrebatar territorio al grupo yihadista, según relata su madre, que afirma que el menor "está muy nervioso y pelea todo el rato", además de orinarse en la cama y tener problemas para dormir.

"Es posible, totalmente posible, reintegrar y recuperar a los niños. Mis nietos son la prueba", afirma un hombre que es abuelo de varios niños repatriados por Suecia en 2019. "Se han recuperado de la forma más increíble. Todos los niños deberían tener una nueva oportunidad en la vida", argumenta.

DETENCIONES ARBITRARIAS E ILEGALES

HRW recuerda que cerca de 56.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, se encuentran en los campamentos de Al Hol y Roj, bajo control de las autoridades kurdas. Entre ellos hay 18.000 sirios, 28.000 iraquíes y más de 10.000 personas de otros 60 países. La mayoría de ellos fueron detenidos entre febrero y marzo de 2019, en plena ofensiva de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) contra los últimos bastiones del 'califato' de Estado Islámico.

La ONG ha hecho hincapié en que su detención es arbitraria e ilegal y ha recordado que ninguno de ellos ha sido llevado ante los tribunales. El 60 por ciento de los residentes en estos campamentos son menores, incluido un 80 por ciento de ellos que tiene menos de doce años y un 30 por ciento que tiene cinco años o menos.

"El gran riesgo de no llevar a casa a los niños y dejarlos en los campamentos es que hacen frente a la muerte, las enfermedades, el reclutamiento por parte de Estado Islámico y una detención indefinida por supuestos crímenes cometidos por sus padres", ha dicho Becker. "Los países que tienen a nacionales en los campamentos deberían permitirles urgentemente volver a casa y hacer lo posible para mantener unidos a madres e hijos", ha defendido.

De esta forma, HRW ha apuntado a una serie de políticas de los países responsables de las repatriaciones que dificultaron que los niños se reintegraran y que, en algunos casos, provocaron mayores daños a los menores. Así, ha destacado que algunos países, incluidos Bélgica, Francia, Países Bajos y Suecia, procedieron a la separación inmediata de niños de sus madres si la progenitora estaba siendo investigada o había sido imputada por pertenencia al grupo yihadista, lo que causó estrés a los menores.

"En los campamentos, la madre es la única persona en la que confían los niños. Sacar de su vida de forma repentina a su madre puede ser traumático", relata una madre sueca separada durante tres meses de sus hijos tras su repatriación en 2021. "Durante los tres meses de separación, mis hijos estuvieron tristes y confundidos sobre lo que estaba pasando y los motivos por los que estábamos separados. Sentí que la separación les traumatizaba aún más. Algunos de mis hijos desarrollaron problemas de comportamiento que no tenían antes. Mi hijo de tres años no habló durante semanas, su familia de acogida pensaba que era mudo", afirma.

En algunos países, los familiares fueron sometidos a investigaciones antes de recibir permiso para cuidar de los niños o tener contacto con ellos, incluso después de estar durante años en contacto con las autoridades nacionales. HRW ha documentado el caso de una niña que llegó a Francia con cinco años y pasó tres en acogida antes de que sus abuelos recibieran autorización para cuidarla. Por ello, ha subrayado que garantizar el contacto con los familiares cuanto antes puede dar estabilidad y apoyar la reintegración de estos menores, especialmente si sus padres han muerto o están detenidos.

EVITAR MAYORES DAÑOS A LOS MENORES

En este sentido, todos los entrevistados rechazan la visión de que los niños supongan un riesgo para la seguridad y apuntan que es importante repatriar a los que permanecen en campamentos y prisiones. "Cuando más esperen, más daño se causa a estos niños", dice una madre. Los entrevistados han indicado además que los gobiernos podrían mejorar la reintegración de estos niños entregando certificados de nacimiento, documentos de identidad y otros papeles relacionados.

La ONG ha apuntado que algunos niños presentan problemas emocionales o de comportamiento relacionados con el trauma sufrido tras vivir bajo el yugo de Estado Islámico o en los campamentos de detención, si bien profesionales en salud mental enfatizan que un apoyo psicosocial adecuado podría facilitar una reintegración exitosa.

Sobre los datos de repatriaciones desde 2019, HRW incide en que países como Alemania, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Suecia, Tayikistán y Uzbekistán han repatriado a casi todos sus nacionales. Así, Rusia y otros países de Asia central han repatriado a mil niños, casi el doble que todos los países occidentales en conjunto.

Por contra, Reino Unido sólo ha repatriado a diez niños, lo que implica que entre 30 y 60 menores británicos siguen en los campamentos, al tiempo que ha retirado la ciudadanía a varias de las 16 mujeres que se encuentran en las instalaciones. Canadá ha repatriado o aceptado el retorno de cuatro niños y tres mujeres, mientras se estima que 23 niños y 19 mujeres siguen en los campamentos.

Francia ha incrementado sus repatriaciones en la segunda mitad de 2022, con el traslado a su territorio de 32 mujeres y 77 niños desde julio, mientras que Australia repatrió en octubre a cuatro mujeres y trece niños, en sus primeras repatriaciones desde 2019. Países Bajos repatrió a doce mujeres y 28 niños el 31 de octubre. Estas repatriaciones llegan en medio de las advertencias sobre el deterioro de la situación en los campamentos, incluido el reciente asesinato de dos niñas de nacionalidad egipcia en Al Hol.

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