MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha asegurado que la formación morada no tiene decidido si apoyará una reforma del delito de malversación, al subrayar que es un "tema delicado" con muchas "aristas" y que requiere un debate interno dentro del grupo parlamentario.
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Sin embargo el portavoz adjunto y dirigente de IU, Enrique Santiago, se ha mostrado de forma paralela partidario de modificar este delito, al argumentar que es una cuestión de "seguridad jurídica" diferenciar lo que es una gestión ineficiente de recursos públicos y el enriquecimiento personal, es decir, "robar".
A su vez, el dirigente de En Comú Podem, Jaume Asens, también se mostró ayer a favor de cambiar la redacción del delito de sedición en el Código Penal, para rebajar las penas previstas para el delito de malversación en el caso de que no haya enriquecimiento personal.
En rueda de prensa en el Congreso, Echenique ha evidenciado la diferencia interna dentro del grupo confederal respecto a la posible revisión del delito de malversación y se ha mostrado cauto a la hora de brindar respaldo a esta propuesta.
En este sentido, ha desgranado que el equipo jurídico de la formación morada está estudiando "con mucho cuidado" este asunto y que cuando haya una propuesta formal de cambio del delito de malversación, habrá una diálogo interno entre todas las ramas de Unidas Podemos.
ECHENIQUE: ASENS DIO SU OPINIÓN COMO EN COMÚ PODEM
Y es que Echenique ha relatado que, si bien la derogación del delito de sedición es una buena noticia, entrar en la redefinición de la malversación tiene "aristas que no se les escapa a nadie". En este sentido, fuentes moradas aluden a los efectos en otros casos más allá de los líderes del 'procés' que deben tenerse en consideración.
De hecho y tras ser preguntado por si desplegarán una propuesta propia sobre malversación, ha insistido en que este asunto no está planteado y ha circunscrito el apoyo de Asens a revisar este delito en una "opinión" suyo como "jurista de reconocido prestigio o de En Comú Podem".
SANTIAGO VE NECESARIO ADAPTARLA POR "SEGURIDAD JURÍDICA"
Mientras, Santiago ha diferido de la opinión del portavoz parlamentario y al defender que, en el marco de la reforma del delito de sedición, parece "bastante conveniente adaptar otros tipos penales" que no están debidamente adecuados a la realidad actual.
En este punto y con el cambio en el delito de malversación de fondo, el diputado de IU ha dejado claro que el actual Ejecutivo no legisla "en caliente" con la reforma de sedición, a diferencia del PP durante su paso por el Ejecutivo, y que simplemente adaptan el Código Penal a los requerimientos de Europa, en el marco de una adaptación del marco legislativo comunitario. De todas formas, ha recordado que se trata de una reforma de una ley orgánica que requiere un consenso de mayoría absoluta, por lo que se debe concitar el apoyo de muchos grupos de la cámara.
Por tanto, ha despejado "cualquier tentación" por parte de la oposición de decir que este cambio satisface intereses particulares, en referencia a los condenados por el 'procés', sino que se atiende al criterio marcado por la UE.
Cuestionado por los límites que debería tener la reformulación del delito de malversación, Santiago ha insistido en que es necesario diferenciación "básica" que quieren establecer: la gestión inadecuada de los recursos públicos y el enriquecimiento personal, que en este caso debe tener otro tipo de responsabilidades penales.
Y en el caso de los líderes independentistas condenados, el también secretario general del PCE ha enfatizado que el Supremo dejo claro que en este caso no había una apropiación personal de recursos públicos. "Es un tema de seguridad jurídica propia del estado de derecho", ha concluido Santiago.
PODEMOS SIGUE EVALUANDO SI ENMENDAR PARA SALVAGUARDAR LA PROTESTA
En cuanto a la cuestión de la sedición, Echenique ha apoyado la eliminación del delito de sedición porque ayuda a resolver el conflicto catalán por vías pacíficas, pero ha insistido en que hay "preocupación" por la posible afectación del nuevo tipo de desórdenes públicos agravados, que está suscitando divergencia de opiniones entre los juristas.
Al respecto, ha desgranado que también están desplegando un análisis jurídico de la materia y tampoco está decidido aún si presentarán enmiendas para salvaguardar, si fuera necesario, la movilización social, de la que hacen una "defensa a ultranza" como partido surgido al calor del 15M.
En este punto, Santiago también ha dicho que evidentemente hay "líneas rojas complicadas" en las materias que tienen que ver con la libertas de manifestación y alteración del orden público, dado que no son técnicas legislativas "sencillas".
Y al respecto ha garantizado que Unidas Podemos están abiertos a estudiar y atender propuestas que hagan los colectivos y organizaciones sociales, siempre con el interés de mejorar la norma.
Una materia en la que Asens ayer no percibe peligro, al razonar que la desobediencia civil y las manifestaciones pacíficas no se ven alteradas con estos cambios.
ECHENIQUE INSISTE: PODEMOS NO PARTICIPÓ EN LA NEGOCIACIÓN
Finalmente, Echenique ha señalado que Podemos conversa habitualmente con la vicepresidenta segunda y que Asens le trasladó personalmente algunos elementos de la derogación de la sedición, pero ha reiterado, como explicitó ayer la formación morada, que no conocían el contenido de la proposición de ley y, en consecuencia, no participaron de la negociación.
Este asunto ha evidenciado de nuevo la tensión interna dentro del espacio confederal, dado que Asens explicó que por discreción no se había aportado detalles para que no hubiera filtraciones. A su vez, Díaz contactó el pasado jueves con Belarra para informarle del pacto y fuentes de Podemos especificaron que esa llamada tuvo lugar poco antes del anuncio de la reforma, y que el documento de la iniciativa parlamentaria les llegó después.
Algunas voces del espacio cuestionan el método elegido para negociar no ha sido el adecuado y que no estuviera inmersa también la secretaria general de Podemos. Y es que recalcan que un diálogo con todas las partes del espacio ahondaría en el consenso y facilita el haber planteado más sugerencias y cambios, al intuir que el texto venía ya muy articulado entre PSOE y ERC.