MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
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Todo comenzó a finales de octubre, con la detención en Estambul del narcotraficante montenegrino Zelkjo Bojanic, cuando el líder del CHP acusó al ministro del Interior y, en general, a los servicios de seguridad turcos de facilitar las actividades del criminal y su banda.
La detención de Bojanic volvió a recordar acusaciones formuladas por otro jefe mafioso, Sedat Peker, quien vinculó el año pasado al Partido Justicia y Desarrollo del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, de ser partícipe del tráfico internacional de drogas.
Peker, que vive exiliado en los Emiratos Árabes Unidos, llegó a afirmar que Erkan Yildirim, hijo del exprimer ministro Binali Yildirim, una de las figuras más importantes del AKP, formaba parte de una importante red de narcotráfico entre Venezuela y Turquía, según recuerda el portal 'Turkish Minute'.
"El ministro dimitiría si tuviera un solo gramo de dignidad", aseguró Kilicdaroglu por entonces en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter. Un indignado Soylu le contestó en la misma red que "quien no tiene dignidad" era su rival político, a lo que Kilicdaroglu le respondió demandándole por "injurias" por una cantidad "simbólica" de 5 liras turcas (25 céntimos de euro).
Este viernes, Soylu ha presentado su contrademanda por una cifra significativamente más alta: un millón de liras turcas, aproximadamente 54.000 euros, que se suma a la ya presentada por la Dirección General de Seguridad (EGM) tras acusar al líder opositor de hacer un "ejercicio de desinformación".